sábado, 9 de junio de 2007

EN EL HOYO


Donde alguien ve congestionamiento vial, otro observa el trabajo cotidiano de los obreros de la construcción. Donde unos se quejan del ruido, otros hacen música con el mismo ruido.

Se sabe que el documental puede y debe preservar la memoria colectiva de los pueblos. Lo dice y lo confirma el director Juan Carlos Rulfo a propósito de su film En el Hoyo (México 2006). La publicidad de éste documental se empeña afanosamente –me parece inteligente- en invitarnos a ver una obra cinematográfica “sin denuncia social o política”. El tan cacareado “segundo piso” del periférico del Distrito Federal en México –obra monumental del gobierno de Andrés Manuel López Obrador- sirve de un excelente pretexto para encontrar al Chabelo, al Grande, al Guapo, a Vicencio, a Pedro, Tomás, al Chómpiras y al Chaparro, todos ellos trabajadores de la misma obra. También albureros de alta escuela y con clase. El México real.

Hay que quitarse la pena y decir las cosas como son. En el Hoyo es un documental con denuncia política y social, que nadie se engañe. La denuncia está explícita en la jocosidad, la picardía, la sabiduría popular de unos obreros que entienden perfectamente su situación social y el motivo de ella. Que las cosas se cuenten de diferente manera es otro asunto. Y en ello sí hay un motivo de agradecimiento para el realizador. Nunca durante el desarrollo del documental se percibe la mínima insinuación partidista o la exaltación desmedida al evidente gigantismo –ese sí político- del “segundo piso”.

La cámara impone. Esa frase es uno de los principales obstáculos para enfrentarse al documental. Casi como de manera didáctica habría que decirle al documentalista novato; primero hay que hacer amigos y después filmarlos o grabarlos. Así también piensa Juan Carlos Rulfo en cuanto a su trabajo de documentalista. Es condición necesaria dar plena confianza a sus personajes cuando estos se transparentan frente a una cámara. Gran resultado consigue en ese sentido Rulfo.

Algunos especialistas tradicionales consideran al género documental como el hijo pobre del cine. Nada más alejado de la realidad. Los recursos técnicos y de producción puestos en favor del documental de Rulfo son de primera. Mención especial merece la banda sonora (Leo Heiblum), que con el sonido ambiental de la construcción logró un excelente trabajo. La foto fija para animar el proceso de la construcción de los puentes de la obra es la muestra para entender otra diferencia que exige la realización de los documentales en comparación al cine de ficción; un documental puede pedir a su creador meses o años para ver el resultado final.

En el Hoyo lo cotidiano es hecho cine. Lo cotidiano hecho documento. Lo cotidiano para la historia. Rulfo debe servir como ejemplo para incentivar –aprovechando el impulso de video digital, por ejemplo- a los nuevos realizadores para plasmar historias que están esperando ser contadas con el único interés de aprovechar las posibilidades de la imagen; de lo cinematográfico que puede resultar la construcción de un puente o de un edificio, o el trabajo de cualquiera en cualquier parte.

Que el cine es capaz de darnos esas diferentes perspectivas de la realidad tiene un buen ejemplo en el final de En el Hoyo –no lo describo aquí con la intención de invitar a verlo-. Quizá no resulte exagerado decir que En el Hoyo es un monumental documental.

Ficha técnica:

Dirección: Juan Carlos Rulfo. Montaje: Valentina Leduc. Fotografia: Juan Carlos Rulfo. Guión: Juan Carlos Rulfo. Música: Leo Heiblum. Producción: Eugenia Montiel Pages Juan Carlos Rulfo. Productor ejecutivo: Eugenia Montiel Pages.

Trailer del documental


2 comentarios:

Carlos Velázquez dijo...

ese eddy:

pos aquí saludos. qué pedro. me enteré por el blog de ernesto que le entraste a esto. te invito al mío.

Carlos Velázquez dijo...

ese eddy:

pasa tu correo electónica pa mandarte algunas cosas. que et sigas divirtiendo.