sábado, 31 de mayo de 2008

Santos-Cruz Azul

En este jueguito hay que ganar con goles. En el partido del jueves, un primer tiempo con claro dominio de Cruz Azul y un gol a su favor. Segundo tiempo, el equipo de Santos Laguna cambió los papeles y ahora fueron ellos los dueños del partido; dos goles a su favor sin respuesta azul. Justo resultado.

Mañana domingo se decide todo. Cruz Azul tiene una labor difícil pero no imposible. El factor de la temperatura esperada para la hora del juego será de más de cuarenta grados en la cancha; no es cualquier cosa esa desventaja para los celestes y encima un gol en contra. Ni hablar, con el equipo tanto en las buenas como en las malas. Pero en honor a la verdad el favorito es Santos, un resultado en opuesto sería una sorpresa; los aficionados al Cruz Azul así lo veríamos. Que gane el mejor.

jueves, 29 de mayo de 2008

Juan Camilo Mouriño, la historia de siempre

Cuenta mi padre que en algún año –no lo precisa- les avisaron en su escuela primaria de una visita que les haría el señor presidente de la república, quien para ese tiempo era Miguel Alemán Valdés. Para cualquier niño de Gómez Palacio, por aquellos finales de los años cuarenta, el acontecimiento tan sólo era la oportunidad para un día sin clases. Desde varios días previos a la visita, los profesores encargaron a los padres de familia llevar a los niños con el uniforme de gala en la fecha del arribo del presidente. Así lo hicieron. El día señalado llegó y todos los niños acudieron a su horario normal de entrada por la mañana. Los profesores tomaron a su grupo y sin mucha explicación salieron de la escuela rumbo al lugar donde supuestamente estaría el presidente para saludarlos. La caminata fue cansada y el calor tradicional de la región pronto apareció. La profesora del grupo de mi papá logró encontrar un sitio con una pequeña arboleda, insuficiente, pero, según ella; sólo era asunto de una hora, a lo sumo dos, para tener el “honor” de ver al presidente.

Un discurso de 15 minutos de Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, sobre el “respeto a las leyes y a las instituciones”, en torno de la necesidad de contar con servidores públicos con “dignidad, honestidad y responsabilidad, y con “amor a la patria”, dejó a cerca de 20 niños damnificados, quienes no soportaron más de cinco minutos sus palabras y cayeron desmayados (El Financiero 29 mayo 2008, página 33).

Como a eso de las doce de mediodía, con un calor infernal, con hambre, cansados, empolvados (era Gómez Palacio de los años cuarenta), los niños fueron ordenados en fila india para hacer los honores al distinguido visitante. Pasó quizá una hora en donde los profesores obligaban a los escolares a mantener el orden en la fila. Niños al fin, recuerda mi papá, era cosa de que los profesores fueran perdiendo la paciencia ante la situación. Para las dos de la tarde naturalmente ya se habían dado varios desmayos, incluyendo algunos profes.

La tardanza del secretario de Gobernación, las largas horas de espera bajo el sol y las extremas medidas de seguridad hicieron efecto a los pequeños de primaria y secundaria, quienes al acudir a la explanada de Bucareli a un acto de abanderamiento de escuelas del Distrito Federal, tuvieron que ser auxiliados y trasladados al servicio médico de la Segob (El Financiero).

En mil novecientos cuarenta y tantos no había en Gómez, desde luego, la cantidad de autos a los que hoy estamos acostumbrados. En aquel infernal día para los niños gomezpalatinos el paso de cada auto con las mínimas características de “lujo”, además del terregal que levantaba, era motivo suficiente para poner en estado de alerta a los profesores. Ahora sí, repetían continuamente, ya viene el presidente: Fórmense. Y nada. Nada a las dos de la tarde, nada a las tres, las cuatro…

Puede parecer una anécdota inverosímil pero la espera por fin concluyó cerca de la seis de la tarde. La experiencia fue inolvidable, rememora mi padre. Cuando todos se sentían aburridos y extremadamente agotados, ahora lo piensa, la sensatez empezó a vislumbrarse en los profesores y tomaron la tan ansiada decisión de regresar (sin cumplir su objetivo de ver al presidente). Pero antes del retorno sucedió algo parecido a un sueño; el sonido de patrullas y una enorme polvareda se aproximaba a la comitiva de niños y maestros. “Es él, es él; ahora sí”. “Todos listos, ya llegó el presidente”. Conforme se acercaban los coches a gran velocidad, el ruido perturbador de las sirenas en las patrullas de la policía era ensordecedor. Levantaron toneladas de polvo, porque no detuvieron el paso ante los niños. Luego un coche negro con los cristales oscuros y una banderita de México igualmente no se detuvo ante la heroica comitiva. Por supuesto que la decepción se manifestó igualmente entre profesores y niños. Un tufito de humillación era imposible dejar de sentirlo. Ese día veinte segundos cuando mucho, tan sólo veinte segundos, fueron suficientes para que mi padre asimilara con toda su fuerza al presidencialismo mexicano. Lo aquí relatado no es una exageración y está basado en la puritita realidad. Las posibles similitudes son únicamente gajes de la historia.

lunes, 26 de mayo de 2008

Los Santos hacen milagros




El fútbol trascendió ayer al simple juego en toda la Comarca Lagunera. Lo aparente es que 22 hombres en el estadio Corona se la estaban jugando en su trabajo; estaban haciendo su mejor esfuerzo por ganar; nadie quería perder su oportunidad de conseguir el triunfo. Eso en apariencia, porque los aficionados tanto en el estadio como los seguidores del juego a través de la telera también se la estaban jugando con su equipo, fuera este Monterrey o Santos. El punto aquí no es la victoria del equipo local, sino cómo ganó. “Puro corazón”, “dejaron el Alma”, “dramático avance”, son expresiones que intentan reflejar la forma en que Santos venció en la partida a Monterrey. Y en esa conquista la gente no duda en asegurar que su apoyo fue la motivación por la cual los jugadores dejaran todo en la cancha. ¿Quién podrá ser el guapo para levantar la mano y con ello negar o desvirtuar lo que en apariencia es éxito exclusivo de los jugadores santistas?

Cuando alguien hace su trabajo con gusto y además gana con ello la satisfacción del reconocimiento general, entonces el asunto se convierte en una cuestión trascendente. En ese sentido no es irreverente para nadie, o debería no serlo, reconocer tanto una buena canción, una pintura, un poema, o un partido de fútbol. No es ningún mérito asegurar que el Santos-Monterrey fue un poema de partido y la santosmanía desatada verdadera poesía popular. Independiente al resultado final del campeonato; en el colectivo de los recuerdos laguneros quedará como referente aquel día genial cuando en tiempo de compensación Fernando Arce colocó un perfecto cabezazo, directo a la red y al corazón de todos los aficionados del Santos Laguna. ¿Te acuerdas?


sábado, 24 de mayo de 2008

Cruz Azul finalista


Cuestión de paciencia; estar con el equipo en las buenas o en las malas y verlo con gusto otra vez en la final. Valió la pena esperar nueve años. San Luis se portó a la altura. El partido en el estadio Azul fue muy parejo y el global 2-1 a favor de Cruz Azul le puso emoción a toda la semifinal. Ahora es cosa de esperar al otro finalista: Santos o Monterrey. Cualquiera de los dos es buen rival.


lunes, 19 de mayo de 2008

Yo no voté por el PRI

¿Hacerse el desentendido es caro o barato? ¿No involucrarse es lo mejor o al final siempre habrá consecuencias? ¿Importa lo que digan o callen otros? ¿En qué me afectan sus dichos? ¿Para qué ocuparse en atender sus decisiones? ¿A quién le importa el discurso de un gobernador de Coahuila, la declaración del presidente municipal de Torreón, senador “x” o diputado “y”? ¿Siempre ganan ellos y en consecuencia nosotros siempre perdemos? Corrijo: siempre ganan ellos, ¿quién paga?

¿Quiénes, por cierto, son ellos? ¿Cómo se llaman? ¿Por qué las cosas no cambian? ¿Por qué simulan? ¿Por qué nosotros disimulamos? ¿Por qué no vemos, no oímos? ¿Acaso nunca pierden? Y cuando pierden, ¿de verdad son violentos? ¿Nunca mienten? Y cuando mienten, ¿parece que dicen la verdad?

¿Cómo desenmascararlos? ¿Hasta cuándo seguirán? ¿Les sigo ignorando o empiezo por descubrirlos? ¿Quién jodidos es, por ejemplo, un tal Manlio Fabio Beltrones? ¿Qué hace este fulano y sus secuaces para poder importarme? ¿Son los únicos? ¿A mi qué? ¿Informarme de la existencia de los mafiosos ayuda a detener la migración? ¿Conocerles ayudará a bajar los precios de los alimentos? ¿Identificarlos brindará empleo para todos?

Tal vez dejar crecer preguntas sin respuestas pueda darme, por arte de magia, el don de la inspiración y encontrar a los tiranos. O más fácil; puedo apostar al cara o cruz, al sol o al águila y dejar que la suerte decida. Una cara de la moneda sería para no preguntar y la otra para que otros se cuestionen: yo no. En síntesis, no involucrarme. En última instancia también puedo “hacer” un acto de fe, soñar con un futuro donde no haya más migración, desigualdad, corrupción, impunidad, injusticia. O puedo empezar por repetir una y otra vez las mismas preguntas hasta llegar a algunas respuestas, por supuesto siempre tentativas, y darme un mínimo de certeza, una mínima información para intentar entender por qué, cómo, cuándo, dónde y sobretodo quién(es) le juega(n) a ganar con todo y contra todos. Irles descubriendo sus cartas. Obligarles a jugar abierto, por encima de la mesa. Al fin y al cabo no se trata de ser ingenuos sino realistas. Paulatinamente ir acabando con lo “oscurito” o “debajo del agua”, porque ello es un juego perdido para la gran mayoría y con la perversa intención de perpetuar el estado de cosas actual. Las tácticas para seguir vendiendo los arreglitos vienen envueltas en discursos de honestidad, democracia, estado de derecho, progreso, paz social. Conceptos secuestrados, llenos de simulación, desgastados. Pero aún para cuando esas palabras no cumplan su función del engaño siempre estará a la mano tan sólo utilizar una contundente palabra: violencia, que inevitablemente es hermana del miedo, la impotencia, el desánimo, la inmovilidad ¿De verdad son capaces de utilizarla o es puro mito?


miércoles, 7 de mayo de 2008

Señales de humo son historia

Tengo un pequeño negocio y por costumbre me he impuesto la obligación de recibir con un saludo a los clientes cuando entran a la tienda. Naturalmente la mayoría me contesta la cortesía. Muy pocos no responden o lo hacen a su manera con un completo silencio como respuesta; cosa normal y que acepto sin cuestionamientos. Pero hoy me sucedió algo en apariencia fuera de lo estándar. Entró una mujer joven con su celular al oído y supuestamente en conversación por teléfono –su voz era imperceptible-. En primera instancia pensé en no decirle nada, quizá para respetar su plática, pero me sentí incómodo de tener la presencia de alguien que soberanamente te ignora y además tienes la obligación de guardar silencio. Así que decidí hacerle al maloso y con toda la intención de distraerla para observar su reacción le dije con fuerza “buenos días”. Cero, es el número que se me ocurre anotar para describir la actitud en la susodicha. Segundo ataque de mi parte; ¿en qué le puedo servir? Está vez hubo un ligero movimiento de su mano izquierda como marcando un alto repetidamente y su cabeza asintiendo lentamente, pegada al celular, sin verme directamente a los ojos. Luego decidí ignorarla. Ella continuó con el celular pegado a su oreja, sin hablar, y empezó a ver la mercancía de la tienda sin ninguna expresión. Reitero, resolví no tomarla en cuenta. Pasaron unos tres o cuatro minutos y ella caminaba por la tienda viendo sobretodo algunas playeras que tengo en exhibición, nunca le escuché hablar por el celular. Poco a poco se fue acercando a la entrada del negocio y así como llegó se fue, sin decir nada, pero siempre con su teléfono pegado al oído. ¿? Hasta aquí no me hubiera percatado del hecho y lo hubiera considerado como algo extraño, sí, pero sin relevancia. Lo curioso sucedió quince o veinte minutos después; frente a la vitrina de la tienda pasó caminando en forma pausada, de derecha a izquierda, la misma mujer con su imprescindible celular y sin mover los labios, sin el mínimo asomo para dejar ver u oír lo que cualquiera pudiera decir que es hablar por teléfono. Seguramente en algo estoy mal, confieso que no tengo celular. Esto debió ser una señal que estoy lejos de comprender. Mañana sin falta me compro un celular; el loco debo ser yo.

martes, 6 de mayo de 2008

En política la forma es fondo

PUEBLA, México, feb. 17, 2006
Fuente: NOTIMEX

Pide Calderón juicio político vs Mario Marín

Solicita Felipe Calderón al Congreso de Puebla juicio político contra el gobernador de Puebla Mario Marín por el caso Lydia Cacho.



Felipe Calderón al presentar demanda de juicio contra Mario Marín






La tarjeta roja para Mario Marín
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5 de Mayo 2008



Aquí no pasa nada, todos felices...





viernes, 2 de mayo de 2008

Perdónalos, no saben lo que hacen

Esto también es televisión, pero la que todavía no sufre a destajo las convenientes tijeras de la edición. También es televisión, pero que no escandaliza porque así hablamos los mexicanos. Es la televisión que tiene la imagen periodística apenas mencionada, apenas insinuada en el canal de las estrellas o Tv azteca. No importa quién sea el personaje, o lo que dice, o lo que no dice. Sólo será un video escandaloso más, un video que los chavos se divierten en subir al Youtube; es lo de ahora pues, lo cibernético o lo que cada quien entienda por moderno. Imagen y sonido sin dejar nada a la imaginación.

Es claro que hoy, a veces, es posible comprobar lo que ya todos sabíamos. Hasta el momento ni la omnipresencia de la televisión mexicana es capaz de evitarlo. A estos nobles y justicieros protagonistas del mundillo del poder alguien tiene que defenderlos. Ellos son víctimas inconcientes del desarrollo tecnológico. Nadie les educó para guardar las formas de otra manera. Aplica la realidad de que “antes” no era así. Malditos teléfonos celulares, maldito Internet. Modernas armas del demonio vienen a desnudar a los hábiles y entrones procuradores del bien común.

Santa, caritativa y piadosa televisión del cielo de los justos ¿dónde has dejado a tus hijos? Mueve tu fuerza y destruye a los enemigos de las almas nobles y amorosas. Inventa algo, haz lo que sea para evitar el descrédito injustificado de tus fieles. “Antes” no era así. El mundo está en los dominios del mal. Tus hijos te piden ayuda a gritos.