lunes, 23 de junio de 2008

News Divine, licencias para matar


El narcomenudeo, imperante en todo el país y que utiliza como principal centro de distribución a los miles de antros, no tiene vela en el entierro. Marcelo Ebrard, jefe del gobierno del Distrito Federal, con sus operativos policíacos (y extorsionadores) como buen político no tardará en echarle tierra al asunto con el viejo expediente de responsabilizar a mandos medios; él es una santa paloma. El dueño del lugar –seguramente un corrupto y un corruptor de menores-, buscará resguardo en la burocracia judicial -¿habrá corrupción ahí?-, siempre para buscar salvar su pellejo en donde además no sería nada extraño dentro de poco tiempo estemos enterándonos de un amparo que le dé impunidad. ¿Quién, más allá de los familiares de los muertos, recordaremos el hecho después de algunos días? Todos juntos como sociedad a taparnos los ojos.

La delegación y el delegado responsable del visto bueno seguramente clausurará por un tiempo el negocio de la muerte, pero no impedirá la apertura y funcionamiento de otros igual o peor de inseguros. Protección Civil otra simple comparsa y negando la parte de su responsabilidad. Continuarán entonces los enredos mafiosos entre distribuidores de vinos y cervezas con los dueños de antros para conseguir “arreglos” con inspectores de la delegación en turno, para el caso del Distrito Federal, porque en el resto del país “el modelo” para expender alcohol, la droga legal más letal, es tristemente igual (tampoco la Cervecería Modelo y sus competidores aquí nada tienen que ver; su misión, dicho sea irónicamente, es simplemente empresarial). Todos somos inocentes. Como los muertos menores de edad, con padres totalmente inconcientes y sin la capacidad para hacer su parte en contra del asunto; ahogado el niño ya no sirve tapar el pozo. O como la masa de chavos tratando de salvarse por encima de cualquier cosa; qué astutos. No importaba si había que pisar al niño, la niña, al policía. Chavos dizque seres humanos entrenados para huir de los problemas tenían la consigna de salvarse ellos mismos por sobre cualquier cosa. Si la cosa era un bulto humano, el detalle era mínimo; “primero yo, después yo y luego yo”. ¿Culpables? No, pobrecitos; son víctimas que no sabían lo que hacían –otra vez, para que no quede duda, léase en tono irónico-. Encima de todo, un operativo diseñado por imbéciles. Será acaso mejor negocio extorsionar con quinientos que con diez al interior del antro, pregunto. No, no, no, por favor, el dinero tampoco es culpable. Y por supuesto no debe politizarse ¿? la tragedia, el respeto a los deudos es primordial. Aja, ¿quién ha hablado de dar apoyo psicológico a todos los amigos y familiares de los muertos?

En todo este entuerto por dónde encontrar la salida, no ya de emergencia, sino una salida amplia y terminar para siempre con este tipo de tragedias. Porque son miles los muertos, como siempre la mayoría jóvenes, que caen en una pelea campal, en las adicciones –legeles e ilegeles-, en los accidentes automovilísticos después de estar en el antro, en el negocio fácil...Debo reconocer que el “bajón”, después de ver la fotos de la noticia, tan sólo es personal y que el blog no tiene la culpa, ni nadie. Soy un exagerado, un amargado. Los muertos no son míos. ¿Para qué escupir resentimientos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo que sucede es que en este país, si te queda un poquito de conciencia y se peca de tener sentido común, es inevitable no tener bajón. jode mucho la situación que se vive en méxico. no es fácil.