jueves, 5 de junio de 2008

¿Y yo por qué?


Sirva la información de los periodistas Yolanda Ríos Rodríguez y Luis Guillermo Hernández Aranda (El Siglo de Torreón) publicada el 29 y 31 de marzo del año pasado para botón de muestra de lo irresponsable como se lleva la administración de la ciudad de Torreón. En este mal ejemplo el drama corresponde a la pérdida de parte del patrimonio cultural. Este tipo de "descuidos" en realidad reflejan el nulo interés de administradores y políticos en aspectos que no abonen al caminito para su próxima chuleta. ¿Se perdió una escultura? Pues para qué quejarse "estaba re fea la condenada". ¿Se perdió patrimonio cultural? "Ni modo. Ni modo de cortarse las venas" ¿Quién es el responsable? "Yo no, fue el otro". Si el asunto es que se perdió, "pos hacemos otra y ya, tanto pedo."

El Siglo de Torreón 29 y 31 de marzo 2007 (los negritas son mías):

La escultura monumental “El Centinela del Desierto”, que durante casi 12 años estuvo en Periférico y carretera a Matamoros fue vendida como “fierro viejo” por el Municipio de Torreón hace un año, cuando se deshizo de chatarra acumulada en varios departamentos municipales...


...La escultura fue retirada a fines de 2003 para hacer lugar a la ampliación del Periférico y el Distribuidor Vial Revolución. Fue seccionada en tres partes y estuvo medio año tirada ahí, antes de ser llevada al patio del Rastro Municipal, donde se perdió entre montones de chatarra. “El Centinela”, obra del lagunero Javier Meléndez, era un ensamble de tubos color rojo oscuro instalado a principios de 1992 y representaba un “vigía” de la ciudad. En enero de 2006, se hizo un inventario de la chatarra y vehículos abandonados para ser vendidos. Antonio Loera López, quien fue director de Servicios Públicos Municipales en la Administración de Guillermo Anaya, cuando se movió “El Centinela”, fue encargado de llevar la escultura a los patios del Rastro. Dijo que el Municipio se quedó con la escultura “como una especie de comodato mientras se hacían los trabajos de ampliación de los carriles centrales del Periférico”. Una vez en el Rastro se le perdió la huella. En julio de 2005, El Siglo de Torreón publicó una nota informando que el paradero de la escultura era desconocido y que existía intención de la comunidad artística de rescatarla. Los empleados del Rastro dijeron que desde hace varios años, el matadero se convirtió en una especie de “basurero” de dependencias municipales, donde se depositaba chatarra. “Todos sabían que los grandes tubos de fierro amontonados con láminas y cacharros, que se vendieron al kilo, eran ‘El Centinela’, la figura grandota que estaba por el Periférico’’, dijo un empleado del Rastro que pidió omitir su nombre. En febrero de 2006, el entonces director de Servicios Públicos Municipales, Alejandro Diez, pidió autorización para retirar chatarra en varios departamentos bajo su mando, como el Rastro y Parques y Jardines. En el oficio 049 a la Contralora Municipal, María Eugenia Cázares, fechado el 2 de febrero de 2006, Diez le solicitó autorización para la desincorporación de equipo obsoleto en su dependencia, como “pipas de agua, grúa, transformadores de luz, así como chatarra en general (tubos, láminas, etc.)”. En el oficio 021, del mismo 2 de febrero de 2006, el director de Servicios Administrativos, Fernando Zertuche, informó a Cázares que Héctor Rodríguez Chacón, comerciante de chatarra, retiraría la chatarra de las dependencias y le pagaría al Municipio 300 pesos por tonelada. El monto total fue de 9,450 pesos. Trabajadores del Rastro Municipal confirmaron que en la chatarra que se vendió en febrero de 2006 iban incluidas las tres secciones de “El Centinela”. Los trabajadores dieron descripciones que coinciden con las características de la escultura que estuvo casi dos años en el Rastro y que ya se da por perdida. Alfonso Garibay Caldevilla, quien fue administrador del Rastro hasta enero de 2006 (un mes antes de la venta de chatarra) confirmó que la escultura estaba en los patios de la dependencia y que los tubos se fueron confundiendo entre láminas y chatarra...

...El alcalde José Ángel Pérez deslinda a su Administración de la desaparición de la escultura El Centinela del Desierto, pues asegura que su Gobierno no es insensible a las expresiones culturales. Por eso, ya se realiza un inventario de los monumentos y edificios históricos que hay en la ciudad, para su conservación y evitar que desaparezca lo que constituye el Patrimonio Cultural e Histórico. José Ángel Pérez cuestiona cómo es posible que nadie sepa dónde quedó la escultura: “¿Cómo es posible que de repente nadie sepa dónde quedó? Pasaron dos administraciones y ninguna de ellas nos informó dónde estaba”. El alcalde no sabe si la escultura “se vendió o no se vendió, porque a nosotros no nos entregaron nada en el proceso entrega-recepción, nunca recibimos un inventario de chatarra, por eso no nos sentimos responsables, pues al contrario, desde el año pasado investigábamos al respecto”. Al respecto, Rodolfo Walss Aurioles rechazó que la actual Administración haya vendido esta figura, ya que aseguró que no estaba inventariada ni registrada en el proceso entrega-recepción. El presidente municipal lamentó la desaparición de la escultura de referencia y que en anteriores administraciones no se haya hecho un registro ni de ella y tampoco de otros edificios, bustos y todas las figuras que tienen un valor histórico, cultural, artístico o de desarrollo regional, pues incluso se olvidaron de su mantenimiento.
Por eso, dijo que se ordenó realizar este inventario para hacerlo con la historia de cada uno de ellos y el por qué de su instalación. Aseguró que esta inquietud no nació a raíz de la pérdida de El Centinela, sino que “al darnos cuenta de este vacío y la importancia que representan estas figuras, no sólo para la comunidad cultural sino para la ciudadanía en general, a nosotros se nos ocurrió integrar la información correspondiente”...El secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss Aurioles, dijo que no estaban seguros de que entre la chatarra vendida fuera la escultura, responsabilizó a la Administración de Guillermo Anaya de no notificar sobre el lugar donde estaba resguardado “El Centinela” cuando se llevó a cabo el proceso de entrega-recepción...

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