viernes, 1 de agosto de 2008

1 de Agosto 1968


“¿Qué lo orilló a encabezar la manifestación?”, pregunta Gastón García Cantú a Javier Barros Sierra; “Desde luego hay que recordar que para esas fechas, y aunque hubieran transcurrido muy pocos días desde los sucesos violentos de la última decena de julio; ya estaba integrada prácticamente toda una organización estudiantil y que ésta había decidido que era necesario salir a manifestarse públicamente. A mí me invitaron a encabezar esa manifestación. Yo les hice ver que, de acuerdo con mi carácter de rector, yo no podía participar en un acto semejante, a menos que en ese desfile nos limitáramos a expresar las protestas estrictamente universitarias con exclusión de cualquier otra cosa; es decir, no porque no nos solidarizáramos con ellas en nuestro carácter de simples ciudadanos, sino porque había que cuidar a la institución…Una primera condición para que yo participara fue que, desde luego, la manifestación fuera pacífica, ordenada…se discutió mucho con los estudiantes sobre el recorrido para, finalmente, ponernos de acuerdo en que fuese el que al final siguió esta manifestación. Fue notable que, salvo unos cuantos provocadores, la inmensa mayoría de los estudiantes hubieran respondido positivamente absteniéndose de todo intento de desviar la manifestación hacía el centro de la ciudad, que era la intención de los provocadores.”*

Y la manifestación fue un rotundo éxito. Marcharon juntos ya para entonces contingentes de la Universidad, Politécnico, la Universidad de Chapingo, Normal de Maestros; nunca antes en la historia de movimientos estudiantiles mexicanos se había dado una coyuntura así, ni en cantidad ni en calidad se tenía precedentes. El libro de la receta contra movimientos de oposición no le estaba resultando al gobierno. ¿Cómo que el rector de la UNAM apoya a los revoltosos? ¿De dónde salieron cien mil manifestantes? ¿¡Qué!? ¿La gente les aplaudió durante todo el trayecto? ¿Esa masa obedeció a sus líderes y no cayeron en la trampa para desviar la marcha? ¿Quién jijos está atrás de esto?

La protesta tuvo una gran fuerza contra los hechos de violencia gubernamental, haciendo a un lado, cuando menos en el terreno de los enfrentamientos, diferentes posiciones extremistas de días previos. El 1 de Agosto obligó a replegarse a todos aquellos provocadores señalados por Barros Sierra, así como a los radicales al interior del estudiantado, lo cual a su vez benefició la imagen popular del movimiento. En la calle estaban estudiantes organizados gritando por montones a los cuatro vientos cosas como “democracia”, “libertad de expresión”, “libertades políticas”… ¿Qué tan comprometedor era eso en México durante 1968? ¿Qué tan comprometedor es hoy?

*Javier Barros Sierra, 1968: Conversaciones con Gastón García Cantú págs 96-97.
Foto Rodrigo Moya (publicada en La Jornada).

1 comentario:

Juanito dijo...

Cual fue exactamente el recorrido de esta manifestación yo participe en ella pero no me acuerdo en donde regresamos a la unam si en felix cuevas o en el parque de la bombilla