sábado, 14 de marzo de 2009

El Chapo Guzmán en Forbes

Para empezar la revista Forbes no está equivocada; Joaquín “El Chapo” Guzmán es uno de los millonarios del mundo, ¿quién lo duda? Por ello, habrá quien admire la astucia para hacer dinero conforme a las reglas del capitalismo y al mismo tiempo se agravie cuando un verdadero y estricto “hombre de negocios” amase una fortuna insultante por la venta de algunas drogas ilegales, aún cuando esas carretadas de dinero obedezcan a una lógica propiciada por el mismo sistema. Por cierto, varios de esa famosa lista se adueñan de riquezas con base en monopolios, otros, utilizando las más oscuras maniobras aparejadas de traiciones para conseguir sus posiciones; ¿qué diferencia moral hay entre “El Chapo” y otros dizque honorables empresarios? Aclarando para el caso que por supuesto siempre hay personas en esa famosa lista con una trayectoria empresarial digna de todo reconocimiento.

Como ejemplo de lo anterior está la industria de bebidas alcohólicas que genera impuestos así como empleos con seguridad social. Por qué no habría de ser así para cualquier droga. El tema de violencia y crimen provocado por el narcotráfico tiene una de sus explicaciones en la terquedad de políticos (y conveniencia) para no abordar el problema de fondo; ¿a quién beneficia que algunas drogas sean consideradas ilegales?

La respuesta para conocer a quién favorece el actual estado de cosas es muy amplia. El poder corruptor del narcotráfico es un secreto a voces. Pero en la repetitiva noticia de corrupción, complicidad, violencia, inseguridad, etcétera, etcétera, se pierde a la verdadera víctima del problema: el adicto. Poco se habla de prevención o rehabilitación para los consumidores, y menciónese aquí el abuso en el uso de cualquier droga. Para la prestigiada revista Forbes, según como la consideran algunos, el asunto es, como esa famosa expresión mafiosa; estrictamente negocios, nada personal.

En Forbes nada importa la cuantificación de los muertos en la lucha directa por el control del negocio ni tampoco los millones de damnificados (incluyendo las familias de los adictos) por el abuso desmedido de drogas. Lo importante para ellos es quién controla el negocio y a cuánto asciende su fortuna. En ese sentido son congruentes. Ya sea verdad o mentira las cifras aportadas por esa publicación, todos coincidimos en que “El Chapo” es un criminal. La cuestión es la forma en que se anuncia la próxima caída de un hombre que ya sirvió para el mecanismo ensangrentado y lleno de porquería, anuncio mal intencionado que sigue pretendiendo distraernos y mantener la farsa. “El Chapo” es el primero en estar preocupado por aparecer en la lista. Los verdaderos dueños del entramado, los capos que no conocemos, ya piden su cabeza y le enviaron un mensaje mediático. Al más puro estilo de los viejos sacrificios; se necesita derramar sangre para saciar la ira de los dioses.

Mientras, los verdaderos sacrificados, todos, deberíamos apoyar la prevención contra el uso de drogas (desde la familia, la escuela) o en el peor de los casos ayudar en la rehabilitación de los adictos para que, juntos, destapemos esa cloaca de simulación. Todas las guerras son negocio, y la guerra contra el “narco” no es diferente. ¿De verdad quieren acabar con la apología del crimen o simplemente cambiar de nombre de criminal? Porque para lograr lo primero se deberá tomar el toro por los cuernos con el tema de la legalización. En cuanto a lo segundo, cambiar de nombre de criminal, sólo repite el esquema del sinfín número de muertos.

De llegar a un futuro con un escenario distinto en donde el famoso imperio de la ley establezca las reglas tanto para empresarios y consumidores, entonces el sistema económico centrará su atención en la generación de más impuestos y empleos con seguridad social producto de la venta de “n” drogas legales. Y el enfoque del problema, porque seguirá, será cuestión de salud pública. Luego, deberemos acostumbrarnos al discurso de la creación de marcas, moderación de consumo, responsabilidad social y una sana relación con inversionistas; igualito que el alcohol, sin simulaciones.

Si alguien me quiere reclamar, le sugiero que dirija su queja al sistema económico. Con o sin legalización Joaquín “El Chapo” Guzmán o cualquier otro capo son hombres de negocios sin doble moral. Los de doble moral están en otro lado.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

CADA QUIEN TIENE DERECHO A PENZAR LO QUE QUIERA PERO YO EN MI MUY PERZONAL PIENZO QUE ZI NO HUBIERA GANADO EL PAN (PARTIDO ACCION NACIONAL) AHORITA EZTARIAMOZ MEJOR ANTEZ NO ZE EZCUCHABA HABLAR DE TANTOZ MUERTOZ HAZTA QUE LOZ PUERCOZ DE EZTE PARTIDO LE DIERON ENTRADA LIBRE A TODOZ LOZ DEMAZ NARCOZ Y PLAZAZ EN MEJICO PERO HAY QUE QUEDE A ZU CRITERIO YO EZO PIENZO Y QUE MEDIZMIENTA EL QUE QUIERA...... ADIOCIN..... BALAZOZ MUERTE ZANGRE Y DINERO VIVA MEJICO HIJOZ DE ZU PUTA MADRE

Anónimo dijo...

Primero aprende a escribir, te urge un curso de ortografia !