viernes, 26 de junio de 2009

Michael Jackson en las redes sociales


La muerte de Michael Jackson tendrá, al paso del tiempo, sus detractores y sus defensores. La polémica acompañó en vida al personaje y su deceso no impedirá que siga por ese camino. Por lo pronto ayer, sin precisar la hora, me enteré que un portal de Internet llamado TMZ estaba difundiendo la noticia de que el llamado Rey del Pop había fallecido de un paro cardíaco. La primera agencia noticiosa en donde yo pude confirmar el hecho fue CNN en su portal de la red, pero; casi una hora y media después de que había leído por primera vez la nota en TMZ y casi dos horas después de haberse dado a conocer la primicia en ese mismo portal. Mientras tanto busqué la opción de corroborar el dato en televisión: nada. Todo ello en apariencia carece de importancia. Y no.

Hasta el momento de redactar esta nota me he encontrado con la observación hecha por un portal (El Economista.com.mx) que recoge muy bien lo ocurrido ayer con la muerte de Michael Jackson y sobre lo cual me interesa hacer énfasis. La reflexión se sintetiza así: “Confirman poder las redes sociales ante medios. Redes Sociales “golean” a los medios en caso Michael Jackson.”

La nota completa describe lo que sucedió en cuanto al hecho periodístico y la manera en que se difundió: Los (Á)ngeles.- La muerte de Michael Jackson, una de las figuras mundiales del espectáculo, fue revelada por el portal de internet TMZ.com y difundida por las redes sociales Twitter y Facebook, mucho antes que por las grandes cadenas noticiosas.

En un fenómeno cada vez más frecuente, la noticia se difundió primero por sitios de internet que por las agencias y cadenas de noticias, lo que confirma que la red está desplazando a los medios tradicionales en la propagación de sucesos noticiosos.

TMZ.com, un sitio de noticias y chismes del espectáculo fundado en 2006, difundió primero que nadie que Jackson había sido trasladado de emergencia a un hospital tras registrar una arritmia cardiaca, a menos de una hora de registrado el suceso.

Una hora de ventaja

Una hora después, a las 14:30 horas (tiempo de Los Ángeles), cuando CNN y otras agencias de noticias recién confirmaban que Jackson se encontraba internado en un hospital de Los Ángeles, TMZ.com informaba ya de su muerte, citando fuentes relacionadas con la familia.

Durante casi una hora, sólo TMZ.com informó la muerte del cantante, mientras periódicos como Los Ángeles Times y agencias como Reuters o AP se esforzaban en confirmar la noticia.

Para entonces el fallecimiento de la estrella del pop se había difundido por Twitter y Facebook a través de miles de mensajes.

La diferencia en el tiempo puede explicarse por el hecho de que las agencias y cadenas de noticias deben esperar la confirmación de la noticia de una fuente oficial o directa, mientras que sitios como TMZ.com y otros dan información que luego puede ser declarada falsa.

Adiós a la TV

Las redes sociales difunden luego la noticia a cientos de miles de personas en minutos, dado que cada persona que la recibe puede convertirse también en difusor.

Antes de Internet, las personas dependían totalmente de las estaciones de televisión, radio o periódicos del día después para enterarse de un hecho como el registrado este jueves.

Ahora, sin embargo, gracias a la red, las opciones son múltiples.
La noticia tras la muerte de Jackson viene a ser una vez más que la información ha dejado de ser controlada y filtrada por los grandes medios y compañías.
El mundo atestigua cada vez con más frecuencia, como se ha observado en las últimas semanas con los hechos en Irán.

lunes, 22 de junio de 2009

La homofobia está out


El sábado pasado estuve en el D.F. Fue uno de esos viajes para olvidar (y no). Sin entrar en detalles bochornosos; la pasé mal, muy mal. Como simple información: practiqué el deporte de la corretiza (al buen entendedor pocas palabras). Ni modo. Aunque buscándole, buscándole; siempre hay cosas que valen la pena. Por coincidencia el mismo sábado pude presenciar la marcha del Orgullo Gay. Algunas crónicas que he podido leer al respecto se limitan a decir que la marcha transcurrió sin incidentes importantes; tal vez. Y digo tal vez porque quizá no estuvieron en el mismo punto donde yo estuve o tal vez no vemos las cosas igual. Quién sabe. El caso es que tuve la oportunidad de presenciar la marcha con sus contingentes desfilando por el centro de la ciudad: Alameda Central, Eje Central a la altura de Madero y Cinco de Mayo (aunque resulte una obviedad, pero para el que no conozca la zona, un buen punto de referencia es La Torre Latinoamericana).

Para empezar, la cantidad de asistentes que yo pude presenciar fue sencillamente impresionante. Los organizadores calcularon 250 mil, la policía capitalina reconoce 85 mil. La diferencia entre lo que dicen unos y otros aquí no es motivo de polémica. Para mí, esa masa de gente ya me obliga a ubicarme en otra perspectiva que he ido olvidando. En mi memoria esas cifras son mucho mayores para otras marchas que llegué a constatar varias veces al paso del tiempo ahí mismo en el D.F. (tantas que se hicieron costumbre). 250 u 85 mil, cualquiera que sea el número real, son muchas personitas juntas alrededor de una causa común. Ni remotamente en La Laguna hay organización político social con esa capacidad de convocatoria; bueno, ni el fútbol es capaz de sacar a la calle esa cantidad de personas. Hasta ahí los números.

Más o menos a las tres y media de la tarde estaba yo ubicado frente a Bellas Artes mirando pasar la XXXI Marcha del Orgullo Gay. Sí, treinta marchas previas y yo por mera circunstancia apenas presencié la treinta y uno. Para alrededor de las cuatro de la tarde ya había unas nubes que presagiaban una lluvia muy fuerte. Intentando ser prudente caminé a la par de la marcha ubicando dónde refugiarme de lo que sería inevitable; un señor aguacero o señora lluvia (según la preferencia de cada quien), qué digo aguacero o lluvia: un tormentón sello chilango, con todo y granizada. Previo a la tormenta miré un desfile de hombres y mujeres ataviados con infinidad de disfraces (tantos que se necesitaría un especialista en modas para explicar la diversidad), todos orgullosos de sus atuendos; unos, porque otros y otras mostraban sus cuerpos con mini prendas en un desfile para todos los gustos. Y como invitada especial; una majestuosa lluvia, otro recuerdo olvidado de mi parte: Ya tenía buen tiempo de no estar en un aguacero marca diablo.


Cualquiera pudiera pensar; ¿y la espectacular lluvia dispersó el espectáculo del desfile gay? Al contrario. Como lo dije, casi a las cuatro de la tarde la marcha literalmente recibió con la brazos al cielo al Dios Tláloc, que en lugar de dispersarlos los hizo más solidarios. Y por favor que nadie se ofenda con esto: ¿alguien recuerda a un “jotito” gritar con ese tono juguetón para demostrar con ello un sano desmadre? ¿A una “loca” expresar sin desparpajo su divertimento por cualquier razón? ¿Sí?; pues yo oí cómo al unísono reían y gritaban miles de “locas” con un gusto y un placer por el juego que jugaban en complicidad con la lluvia.


Si ya la desinhibición es parte del orgullo gay (por los menos los que dejaron el closet), la tormenta que los acompañó en su marcha el sábado les proporcionó todavía más fuerza para desplayarse (en el sentido de divertirse) con mas ánimo del que ya de por sí manifestaban antes del aguacero: la calle tomada para la fiesta. Así, lo visual del evento se enriqueció con el sonido de lluvia y gritos que, cuando menos a mí, me transmitían la sensación de una alegría por estar vivos. Me vale que suene cursi. Miles de lesbianas, homosexuales, bisexuales, travestis, transgéneros y, por qué no, uno que otro hetero, todos felices de la vida al ritmo de la lluvia. En contraste, algunos “otros” vociferando agresiones anónimas (hay que decirlo; eran pocas), pero al fin agresiones de algunos hetero (nosotros los “bugas” para los gay). Agresiones homofóbicas siempre escondidas entre la multitud para gritar la majadería o el insulto denigrante. Insultos que incluso algunos dentro de la marcha utilizan jocosamante para fortalecer a la misma. Detalles que, supongo, las marchas ya han sabido asimilar y por supuesto contrarrestar; y todavía más importante: les tiene sin cuidado.

No creo que sea ni la primera ni la última Marcha de Orgullo Gay con lluvia, pero ésta que en parte pude observar me deja la experiencia de ver personas de diferentes edades (desde jóvenes hasta viejos) con la convicción de sentirse humanos hechos y derechos dentro de una diversidad de preferencias y gustos siempre compatibles y compartibles con el que quiera, cuando quiera y como quiera. Qué la diversidad así siempre deba ser.

jueves, 18 de junio de 2009

¡Cuidemos el Voto!



En un hecho que México está experimentando dentro de su actual proceso electoral, mucho más allá de la campaña del voto nulo, la participación de un nuevo actor político con una visión diferente del activismo. Junto a las tecnologías de la información han llegado para quedarse nuevos actores. Y quienes mejor están entendiendo, desarrollando y aplicando la tecnología de la información, en su mayoría son jóvenes que la utilizan de forma muy práctica y concreta.

Como consecuencia de nuevas tecnologías, el uso de redes sociales con aplicaciones específicas según las preferencias e intereses de sus participantes es cada vez más extendida. Incluso hay analistas que no están entendiendo en toda su dimensión el fenómeno de las redes sociales, puesto que limitan su perspectiva al crecimiento de Internet y basan sus consideraciones exclusivamente al número de computadoras por país y el acceso de estas a la red de redes; están dejando de lado el crecimiento exponencial de otra red: la telefonía celular.

Las redes ya están impregnadas en los jóvenes (sea participando en un café internet, su propia computadora o el teléfono celular), sin que el aspecto socioeconómico cuente mucho para ser un obstáculo considerado infranqueable. Esas redes igual funcionan para una aparente e insignificante invitación a un determinado evento social o fiesta particular como para la organización de una red social en defensa del voto; en todo ello la imaginación de los usuarios es la base de partida. Hay expertos en comunicación que tienen años observando y estudiando el desarrollo de estas novedosas redes sociales. Diferentes segmentos políticos, culturales y sociales están revitalizando la comunicación dentro de esas redes; unas más conocidas que otras, pero todas con las características de hacer más eficiente el uso del tiempo así como evitar la limitación de las distancias geográficas.

La marca Facebook dentro de las redes sociales ya casi es un genérico; quizá es la más popular. Pero hay otras, y la tendencia es a no excluirse entre ellas. Twitter, en apariencia algo sin sentido para el mundo adulto tradicional, es una herramienta de comunicación que los jóvenes rápidamente entendieron y asimilaron. Sin hacer a un lado la aportación de otras redes sociales, todas comparten el derecho a ser nombradas como tales por la fuerte interrelación computadora-telefonía celular; lo cual hace que el atractivo para los jóvenes en el terreno del entretenimiento sea muy atrayente. Pero también están aquellos jóvenes que sin despreciar lo lúdico de la tecnología han sabido aprovechar lo potente de las herramientas informáticas para encontrar alternativas de comunicación dentro del activismo político y social; activismo con un costo económico casi gratuito.

Mientras una generación de políticos mexicanos, por regla general mayores de cuarenta años y ya instalados en el poder, permanentemente están ensimismados en calendarios de lucha electoral, siempre con lo privativo de tener que obedecer el control dictado por cúpulas partidistas y sin mirar más allá de su entorno para “hacer” política; mientras, otros jóvenes mexicanos con una actitud diferente aprovechan su ventaja de tener en la piel el traje de lo cibernético. Y qué bueno que así sea, porque algunos de esos jóvenes, en los hechos, están demostrando cómo sacar beneficio comunitario en una coyuntura electoral con las particularidades de la mexicana. En concreto: cómo defender el voto. Y también cómo seguir acumulando experiencia en el uso de redes sociales y expresar al mismo tiempo una posición contrastante con el grueso de la comentocracia política nacional. Porque, aún y cuando la campaña del voto nulo ha sido difamada entre algunos columnistas (por ignorancia o por conveniencia), la intención estratégica no es ir contra la institución del voto; por el contrario, la intención es defenderlo y todavía más allá: defender la democracia, que tanta falta nos hace en el país. Contra el conocido activismo disfrazado de periodismo surge un activismo político de jóvenes con nuevas tecnologías entre sus manos que más temprano que tarde cambiará la forma de hacer política.

Para una mejor explicación de la velocidad y la efectividad con la que se pueden mover las redes sociales con un fin determinado transcribo íntegramente la explicación (al igual que como lo promueve Gustavo Gordillo en su blog) para la breve historia de cómo se hizo posible una iniciativa específica: ¡Cuidemos el Voto!

Acerca de Cuidemos el Voto

Cuidemos el Voto es una plataforma independiente para contribuir al seguimiento de las elecciones federales del 5 de julio del 2009 en México. La información que recopila Cuidemos el Voto es generada a partir de mensajes de texto (SMS), emails, twitter, y reportes en un formulario en página web. El objetivo principal es reportar incidentes e irregularidades en el proceso electoral que determina el Código Penal Federal y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales. La plataforma de Cuidemos el Voto agrega estos reportes junto con información de notas de prensa, fotos y videos relacionadas a las elecciones en un mapa interactivo. Cuidemos el Voto utiliza un motor para la "gestión de crisis" llamado Ushahidi. Ushahidi es un proyecto de código abierto desarrollado por programadores en Kenia, Ghana, Sudáfrica, Malawi, Holanda y Estados Unidos.

¿Quiénes somos? El equipo de Cuidemos el Voto es producto de un conjunto de redes e intercambios electrónicos que poco a poco se han sumado para producir este proyecto. Oscar Salazar (OS) manda un correo desde Nueva York con el interés de promover el uso de teléfonos celulares para hacer activismo social en México. Al mismo tiempo Andrés Lajous (AL) en una clase de activismo social en redes celulares en MIT abre su celular para que cualquiera pueda actualizar su cuenta personal de Twitter. AL contesta el correo de OS, y OS el de AL. Acuerdan una fecha y hora para platicar por Skype. Intentan hablar por Skype (pero) se corta la llamada varias veces. Por fin tienen una conversación. OS es de Colima y estudió (telecomunicaciones, en Francia). AL es del Distrito Federal y estudia Planificación Urbana en Estados Unidos. OS tiene experiencia con las redes celulares en México, AL con las instituciones electorales mexicanas. Acuerdan intercambiar correos. AL quiere usar celulares y Twitter para hacer observación electoral, OS le muestra la experiencia de Ushaidi en la India. Se ponen de acuerdo para empezar a desarrollar el proyecto para las elecciones federales mexicanas del 2009. OS manda un correo a Jorge Soto (JS) en Monterrey y a José Oviedo (JO) en Colima para contarle del proyecto pues ellos tienen experiencia manejando servidores y servicios de SMS en celulares. AL le envía un correo a Maite Azuela (MA) y a Brando Flores (BF) ambos con experiencia tanto en observación electoral como en organizaciones políticas. JS, MA y BF acepta(n) sumar(se) al proyecto. Nos damos cuenta que nos faltan dos cosas centrales: un nombre y el diseño gráfico. AL va a NY a conocer a OS en persona. Hablan de un par de propuestas. No están del todo convencidos. Se deciden sin pensar mucho por ¡Qué se cuenten los votos! OS comiendo y AL en un camión con Wi-Fi de regreso a Boston, se dan cuenta que lo mejor sería someter el nombre a votación abierta entre sus contacto de Facebook y Twitter. En Selectricity crean una votación. De tres (pro)puestas 1) ¡Qué se cuenten los votos!, 2) ¡Protege tu voto! 3) ¡Cuidemos el voto! Tras 24 horas de votación, gana por orden de preferencia ¡Cuidemos el voto! Una vez que tenemos nombre, AL le manda un correo a Luis Blackaller (LB) para proponerle hacer un logo y un banner para la página. LB manda las primeras muestras que transmiten lo que buscaban OS y AL con el nombre. LB manda sugerencias y modificaciones. JO monta y adapta al interfaz. Eso es lo que ves cuando entras a nuestra página principal. Mientras tanto MA y BF empiezan a contactar a medios de comunicación y ONGs de observación electoral en México para presentarles la plataforma e invitarlos a usarla. Hasta aquí es (quiénes) somos y lo que somos. Es decir, lo que hemos hecho.

¡Cuidemos el Voto!

sábado, 13 de junio de 2009

Voto nulo con la democracia


Adolfo Sánchez Rebolledo (El Universal): voto.
Agustín Llamas Mendoza (Excélsior): voto.
Alejandro Paez Varela (El Universal): abstención.
Andrés Lajous (El Universal): voto nulo.
Ángel Viveros (La Crónica): voto.
Carlos Bravo Regidor (La razón): voto.
Carlos Loret de Mola (Tercer Grado, Televisa): voto nulo.
Carlos Marín (Tercer Grado, Televisa): voto.
César Cansino (El Universal): abstención.
César Ricardo Luque Santana (El Tiempo de Nayarit): voto nulo (abstencionismo activo).
Ciro Gómez Leyva (Milenio): abstención (diputados federales).
Claudio López-Guerra (Nexos): voto nulo.
David Martínez Mendizábal (Milenio): voto.
Denise Dresser (Reporte Índigo): voto nulo.
Denise Maerker (El Universal): voto nulo.
Diego Valadés (Proceso): voto nulo.
Eduardo R. Huchim (Reforma): voto.
Eduardo Ruíz Healy (Telefórmula): voto nulo.
Federico Reyes Heroles (Radio Fórmula): voto y marcha 5 de Julio.
Fernando Rangel de León (Milenio): voto nulo.
Francisco Abundis (Parametría): voto.
Francisco Valdés Perezgasga (Milenio): voto nulo.
Gabriela Warkentin (Canal 22): voto nulo.
Germán Dehesa (): voto nulo.
Gustavo Gordillo (La Jornada): voto nulo.
Héctor Aguilar Camín (Milenio): abstención.
Jacobo Zabludovsky (Por Esto!): voto nulo.
Jaime Muñoz Vargas (Milenio): voto.
Jaime Sánchez Susarrey: voto nulo
Jairo Calixto Albarrán (Milenio): voto.
Javier Sicilia (Proceso): voto nulo.
Javier Solórzano (Radio 13): voto blanco y posible voto por candidato con merecimiento.
Jesús Sánchez (El Financiero): voto.
Jesús Silva Herzog Márquez (Reforma): voto.
Joaquín López Dóriga: abstención
Jorge Alcocer (Reforma): voto
Jorge Camil (La Jornada): abstención.
Jorge Javier Romero (El Universal): voto nulo (diputados federales).
José Antonio Crespo (Excélsior): voto nulo.
José Blanco (La Jornada): voto (por algún partido chico).
José de Jesús Loza (Milenio): voto nulo.
José Woldenberg (Nexos): voto.
Juan Castaingts Teillery (El Financiero): voto nulo.
Juan Iganacio Zavala (Milenio): voto.
Julio Hernández López (La Jornada): voto.
Katia D´ Artigues (TV Azteca): voto nulo.
Leo Zuckerman (El Universal): voto nulo.
León Krauze (W Radio): voto.
Leonardo Curzio Gutiérrez (Canal Once TV): voto nulo.
Lorenzo Córdova Vianello (El Universal): voto.
Lorenzo Meyer (Canal Once TV): voto nulo.
Luis González de Alba (Nexos): abstención.
Luis Hernández Navarro (La Jornada): voto nulo.
Lydia Cacho (Zócalo Saltillo): voto nulo.
Macario Schettino (El Universal): voto.
Maite Azuela Gómez (Canal Once TV): voto nulo.
Manuel Bartlett Díaz (El Universal): voto nulo.
Manuel García Urrutia (Agencia Quadratín): voto nulo.
Marcos Rascón (La Jornada): voto nulo.
María Amparo Casar (Canal Once TV): voto
Mario Campos (El Universal): voto nulo.
Miguel Ángel Granados Chapa (Canal Once TV): voto.
Néstor de Buen (La Jornada): voto nulo.
Octavio Rodríguez Araujo (La Jornada): voto.
Onésimo Flores Dewey (El Universal): voto.
Raúl Trejo Delarbre (Etcétera): voto nulo.
Raymundo Rivapalacio(Eje Central): voto.
Ricardo Becerra Laguna (La Crónica): voto.
Ricardo Raphael (El Universal): voto nulo.
Ricardo Rocha (DDN): voto.
Sergio Aguayo (Canal Once TV): voto nulo.
Sergio Sarmiento (El Siglo de Torreón): voto nulo dos boletas, voto (diputado federal).
Víctor Hernández (SDP Noticias): voto.
Virgilio Caballero (Canal Once TV): voto nulo.
Ximena Peredo (Reforma): voto nulo.

En estricto orden alfabético, como dicen los clásicos, para no herir susceptibilidades o exagerar preferencias; así va la campaña sin candidatos. Nombres aquí expuestos en resumen para conocer algunas de sus intenciones en el voto o no el próximo 5 de Julio. Hay de todo; de dulce, chile y manteca. Por ejemplo Denise Dresser coincidiendo con Jacobo Zabludovzky (háganme el favor); Héctor Aguilar Camín junto a Luis González de Alba; Ruíz Healy y su estilo camorrero al lado de José Antonio Crespo y ¡Manuel Bartlet Díaz!, ver para creer.

Presento esta lista como un pequeño ejemplo de que lo sabroso de la campaña electoral no está ni de chiste con los candidatos. Algunos periodistas como Carlos Marín (Milenio) han despreciado al voto nulo como si su palabra fuera la única y la última, desde luego hay más con esa posición pero por su exposición mediática resulta un buen ejemplo para ubicar a los detractores más conocidos. En general, tanto defensores del voto como los partidarios del voto nulo expresado en algún medio (revista, radio o televisión) han sabido esgrimir con su pluma o su comentario argumentos bien estructurados, los menos se han apasionado. Los nombres de esta lista son desde luego de mi interés por conocer su opinión al respecto del debate actual en torno al 5 de Julio, sobretodo tratando de encontrar los mayores contrastes posibles y así poder normar en algo mi criterio. Hay aquellos que, como bien los ubica Ciro Gómez Leyva, se esfuerzan en resolver ecuaciones para entender a quién beneficia o no la invitación al voto nulo; así son y por eso se destacan. También están los analistas más ecuánimes que miran sin desprecio el movimiento para anular el voto y sin ufanarse exponen sus razones para ir en contrario. Sólo he incluido en este repaso a los que expresamente han dicho me abstengo, voto o anulo. Hay aquellas posiciones que han decido por cualquier razón mantenerse como observadores y no se han declarado explícitamente a favor o en contra, esos nombres no están aquí.

Aunque a muchos no les cuadre, esta elección será recordada por el voto nulo, independiente esto del resultado final en números. La historia electoral del México reciente nos demuestra que el fraude o la manipulación de cifras no ha logrado erradicarse, por lo tanto, el movimiento ciudadano a favor de anular el voto no tiene fuerza para ser contundente en demostrar su eficacia. A pesar de ello, el movimiento ya es un éxito y aunque la clase política de todos los partidos se empeñará en negarlo, los ciudadanos de a pie sabemos que nos quedan alternativas para empujar a las instituciones a responder el reclamo de una democracia real. El siguiente debate; qué pasará el 6 de Julio, ya es harina de otro costal. Mientras tanto un montón de ciudadanos, desde su computadora, le han dado vuelta a la poderosa maquinaria de la partidocracia. Algunos políticos profesionales se frotaron anticipadamente las manos pensando que la lección Obama con el uso de Internet les daría nuevos frutos electorales; se quedaron con las ganas y los que sí supieron utilizar la herramienta fueron los mismos ciudadanos cibernéticos de a pie. No faltará quien se burle de este hecho, sobretodo en la comentocracia de vieja guardia o el periodista acostumbrado al viejo estilo de escribir sin uno de los requisitos básicos de la comunicación: la retroalimentación. El voto nulo, por el contrario, redescubre a la comunicación como una red horizontal muy alejada de la tradicional vía de ida sin vuelta.

Los partidos políticos, sus candidatos, políticos profesionales, el IFE, hasta el momento no han sabido como enfrentar la situación. Su costumbre de buscar enemigos donde hay adversarios los pone en evidencia. El PRI declarando “voto nulo beneficia al PAN”, estos diciendo que con el voto en blanco el ganón será el voto duro del PRI. Mayor contradicción no es posible encontrar; contradicción que hace inocultable su descontrol.

Si las cosas en México siguen igual; votemos, nos abstengamos, anulemos o pataleemos, por simple sentido común hacer algo diferente a lo conocido es cuando menos irreverente y eso ya es ganancia. La pregunta utilitarista “y eso: ¿para que sirve?”, sólo descubre al discurso de los mismos beneficiados con el sistema político. Ante el callejón sin salida que nos han planteado como modelo de democracia, la respuesta de una parte de la sociedad es buscar salidas, no sé si de emergencia, pero salidas al fin. Es tan asfixiante la posibilidad de participación política institucional para el común de los ciudadanos que incluso algunos de ellos que conocen las cañerías del sistema se quejan de lo mismo. Dulce María Sauri (ex gobernadora de Yucatán) es ahora, paradoja del sistema, defensora del movimiento; oportunismo político que a pesar del absurdo y el poco valor moral de la protagonista deja una muestra del poder coercitivo de la partidocracia, en este caso específico contra una militante con plenos supuestos derechos partidarios en el PRI.

Con el voto nulo, para los que arguyen que con ello se desprecia la democracia, muchos ciudadanos estarán recuperando la importancia de entender el colectivo para buscar objetivos comunes. Si eso no es democracia, yo ya no sé nada.

viernes, 12 de junio de 2009

El ABC de otra tragedia

44 niños. Qué tenemos en México, empeñados en repetir tragedias. Aquí hacemos lo contrario del refrán; no tapamos el hoyo después del niño ahogado. Todos hacemos como que no vemos (sin contar las excepciones, que las hay).

La distancia geográfica de Torreón a Hermosillo es enorme, pero la tragedia del incendio en la guardería ABC nos acerca y nos hermana. Lo hace por el drama mismo de la muerte de 44 bebés que nos obliga a solidarizarnos con el dolor de sus padres y familiares. Nos hermana también porque en cualquier lugar del país puede repetirse lo evitable.

Los accidentes pasan, eso nadie lo cuestiona. Pero con 44 niños envueltos en la mortaja del humo y del fuego quién es capaz ahora de defender al México del “ahí se va”. Cómo argumentar a favor del país de los descuidos y los reglamentos olvidados y escondidos por todos los responsables. Igual que en cada tragedia, la cadena de responsabilidades siempre está rota por la corrupción, por lo podrido, lo sucio. Y en ese salpicadero de porquería, cuando el librito de la impunidad dicta esconder las cosas de su realidad, la cifra de 44 niños muertos se convierte en un ajuste de cuentas entre empresarios-políticos.

-“¿Cómo le pago el favor compadre?”
-“Écheme la mano con una guardería.”

¿Será diferente en Oaxaca, en Coahuila, en Yucatán? Estamos en un país hermanados con la tragedia de tener a zánganos enquistados en toda la estructura gubernamental de cualquier nivel. Cómo hacer dinero sin trabajar, es la consigna. Pero, aunque algunos "genios" lo quieran negar; siempre hay límites. La negligencia de suponer que eternamente alguien paga, invariablemente cobra caro. Pensar que yo cobro y el de atrás paga, y éste a su vez le pasa la factura al que sigue necesariamente encontrará un final desastroso. Los bebés pagaron con su vida las negligencias de todos los involucrados. Podrán evitar los culpables y responsables la justicia (ojalá y me equivoque), pero no lo olvidarán en sus conciencias: ése será su límite.

Esa idea de que siempre hay que buscar el lado bueno a lo malo se hace necesaria en este caso, por salud mental de todos nosotros que tenemos que padecer vivir, no es ironía, en México. En este monoblog, mientras prensa, radio y televisión se empiezan a desviar de la tragedia humana y buscan culpables, quiero reconocer y hacer un pequeño recordatorio de los Héroes de Hermosillo: Francisco Manuel López Villaescuza y su padre Héctor Manuel López Córdova (gracias a la lectura de un comentario al respecto en el blog de Ruta Norte Laguna).

Y sí, para todo hay excepciones. Francisco Manuel López, un joven mexicano diferente que haciendo caso a la iniciativa de su padre logró, según cifras oficiales, que 102 niños de la guardería ABC en Hermosillo sigan vivos. Sin pensarlo, en una decisión espontánea, oportuna y efectiva utilizó su camioneta para abrir tres boquetes en una pared de la guardería. Su acción, dirigida por su padre, permitió el ingreso a los otros también héroes uniformados de socorristas y bomberos para evitar más bebés muertos. Cuando menos las gracias deberíamos estarle dando todos a estos héroes. Dentro de la tragedia, Francisco Manuel López y su padre nos hacen creer que todavía no todo está perdido y además estamos obligados a seguir aprendiendo.

miércoles, 3 de junio de 2009

Es voto nulo, no voto blanco


Nadie puede esperar que los políticos profesionales se queden cruzados de brazos esperando a ver qué sucede con eso del voto nulo. Nomás faltaba que nos decepcionaran.

En un acto emparentado al más viejo sistema de partido único que está demostrando una ignorancia de cómo se mueven los internautas en la red, aquí dejo un ejemplo de un blog que utilizando la base de datos de NIC México encontró algo, digamos…no sorprendente. En lo personal me mueve a la risa, y de la buena; esa que algunos terapeutas recomiendan para paliar algunas enfermedades.

El movimiento ciudadano en Internet a favor de un voto nulo es muy claro; es una invitación a acudir el 5 de Julio para emitir un voto que anule, tache, pinte un dibujito, ponga una frase al mejor estilo arrabalero, ponga consignas, vote por ciudadanos independientes; cualquier cosa impulsada por la imaginación de cada persona. Todo, menos ponerlo en blanco.

Algunos “asesores” y sesudos politólogos pretenden haber hallado la solución a este galimatías del voto nulo; “diles a los votantes que lo dejen en blanco, nosotros los cruzamos”. Ajá.

Ilustración: yovotoporquienquiera.blogspot

lunes, 1 de junio de 2009

¿Voto nulo o abstención?: ése es el dilema

Voto nulo o abstención no es contra un partido político: es contra todos. Abstenerse o voto nulo; that is the question.

Los derechos ciudadanos deben incluir mi derecho a no estar de acuerdo, y en ese sentido puedo no simpatizar con ninguna propuesta electoral partidista. Por lo tanto, debo tener el derecho a abstenerme de ejercer el voto o tener la opción legal y legitima de expresar mi desacuerdo con candidatos y partidos. La democracia nunca debe ser imposición. Quien asegure que el abstencionismo es una práctica antidemocrática está mirando el vaso medio vacío. La parte llena de ese mismo vaso siempre ha sido una expresión ciudadana consciente de la inutilidad de votar en determinadas épocas y países; es un abstencionismo activo.

La mejor publicidad, la más barata y efectiva, siempre ha sido la de boca en boca. Y la invitación al voto nulo está haciendo uso de esa económica herramienta publicitaria. Es un hecho que Internet está potenciando esa publicidad. Algunos miopes en el IFE y partidos políticos ni siquiera están viendo el lado bueno que puede tener el llamado al voto nulo: le quitará presión al abstencionismo. Aunque siempre hay peros…

Pero puede arrojar una cifra mucho mayor al histórico estadístico de los votos nulos (reconocidos en nuestro sistema electoral, aunque sin valor numérico para ningún partido: por eso nulos). Y ese movimiento social de invitación para presentarse el 5 de Julio en la casilla electoral y anular el voto ya prendió; no hay manera de revertirlo. Quizá de emergencia surga alguna campaña mediática en contra del llamado al voto nulo, que sin embargo puede ser contraproducente porque informaría a una parte de la población que aún desconozca el asunto y decida sumarse al movimiento de protesta.

¿Hasta dónde llegará en cifras finales el voto nulo? Nadie lo sabe. Ya algunas encuestas empiezan a arrojar aproximaciones (finales de mayo). Entre las más conservadoras se menciona cifras de un 5-6 por ciento del padrón para anular su voto. Otras encuestas se mueven cercanas al 10 por ciento de ciudadanos inscritos en el padrón dispuestos a anular su voto. Cifras que al final del camino del proceso electoral de este año serán muy difíciles de medir y el propio sistema político, mediático y electoral se encargarán (como siempre) de ocultar y manipular. Sin embargo la batalla ideológica entre ciudadanos y políticos profesionales ya desde ahora la han ganado los primeros. El IFE y algunos columnistas de prensa escrita ya están haciendo su labor más que esperada; los buenos son los que votan y los malos todos los demás (aunque seamos muchos más).

Que si anular o abstenerse ayuda al PRI o al PAN, que si perjudica al PRD, que si la chiquillada sale ganando, que si la izquierda o la democracia pierde, que hay que votar por joder, que esto es obra de la derecha, que el PRI tiene más voto duro; en fin. En todo caso, eso no le importa al abstencionismo activo o al voto nulo: la protesta es contra toda la partidocracia. Los llamados al voto tienen poca fuerza en el abstencionismo o el voto nulo. El que así piense tiene su derecho a expresarlo, a escribirlo, a anular su voto o abstenerse. O la otra forma (muy débil) que intenta en vano cambiar la postura a los "descarriados": con eso del voto nulo no se cambia nada. ¿A poco? ¿Y entonces cómo sí se cambia al sistema político? Porque cuando menos personalmente nunca he dejado de ejercer el voto y no tengo que explayarme mucho para ver los resultados. En respuesta, para aquellos que minimizan la iniciativa de anular el voto, por favor expliquen cómo sí cambiaríamos las cosas para poderles analizar su propuesta y decidir si es digna de apoyarla. Porque si la propuesta es simplemente salir a votar para legitimar lo ya de por si ilegitimo, poco confiable serían sus “razones”.

Ojo, amigos y amigas (por fin pude utilizar la frase favorita del preciso): La protesta nunca será contra la democracia. La protesta es contra lo antidemocrático del sistema electorero (que no electoral) implementado por todos los partidos políticos mexicanos; no se salva uno. La protesta no es contra el voto; es contra la manipulación; el corporativismo; la compra de voluntades; las clientelas partidistas; la corrupción; la desigualdad social; la pobreza; la violación, anulación o incumplimiento de derechos; es también contra la inseguridad; la impunidad; la injusticia; contra el desempleo; contra monopolios económicos públicos y privados; contra el sistema político y sus reglas disparejas con un sistema electoral hecho a la medida de la partidocracia…O dicho de otra manera; la protesta es a favor de la democracia y el voto.

Mientras llega el 5 de Julio mi dilema será cambiar mi abstención por el voto nulo. Mi dilema existencial estará entre sumarle al abstencionismo activo o restarle a éste último en beneficio de un movimiento de protesta social que me parece interesante: el voto nulo. Cualquiera que sea mi decisión el 5 de Julio seguiré sin traicionar mi posición original; los partidos políticos si saben contar, no cuenten con mi voto.