jueves, 31 de julio de 2008

30 de Julio 1968


El 12 de Mayo de 1966 toma posesión como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el ingeniero Javier Barros Sierra en sustitución del doctor Ignacio Chávez luego de que éste renunciara a su cargo después de una más de las historias negras del México de los sesenta.

El rector Barros Sierra en su discurso de toma de protesta dijo: “Llego sin compromiso alguno, salvo el que contraigo con la universidad misma. Tendré la humildad necesaria para servirla y la firmeza y la convicción suficientes para no convertirme en agente de ninguna facción. No trataré de hacer, ni permitiré que hagan de nuestra comunidad un instrumento de vanidades, intereses egoístas o pasiones espurias. Porque no hay que olvidarlo: los hombres somos transitorios y los valores institucionales están muy por encima de nosotros.”* En 1968 Javier Barros Sierra cumplió su palabra.

Protagonistas de ese año, varios, pero con la relevancia por su ejemplo de excelencia académica, su compromiso con la Universidad y México; político de verdad y apasionado de su vocación y sus responsabilidades, por todo ello y más desde luego le corresponde un lugar primordial al rector Javier Barros Sierra.

En la madrugada del 30 de julio la Escuela Nacional Preparatoria en sus planteles 1 y 3 recibió un “saludo” del comandante en jefe de las fuerzas armadas (el presidente Gustavo Díaz Ordaz) con un bazukazo contra la puerta del Antiguo Colegio San Ildefonso, ubicado en el centro de la ciudad. Ese mismo día por la mañana al sur de la capital en Ciudad Universitaria (CU), símbolo de modernidad y orgullo nacionalista, el rector Barros Sierra tomó su posición ante los hechos y en un acto de valor desaprobó la intimidación y al mismo tiempo defendió la Autonomía Universitaria.

Con el apoyo mayoritario de escuelas y facultades, al interior de la UNAM se organizó un mitin en la explanada de rectoría y Barros Sierra izó la bandera nacional a media asta en señal de luto. Lo que ya era un conflicto de proporciones graves ahora tenía una amenaza directa para la Universidad. A la serie de motines callejeros en los últimos días de julio, el acto en CU con la bandera nacional les marca distancia e intenta sacudirse la violencia para darle un giro a la protesta aportando al mismo tiempo legitimidad, inteligencia, dignidad, con la simpatía mayoritaria de estudiantes universitarios. Los argumentos para hablar de democracia, justicia, libertades, tomaron fuerza extraordinaria con el aporte mesurado del rector. En un pequeño pero sustancioso mensaje Barros Sierra le da banderas legítimas al ahora sí, con mayúscula; Movimiento Estudiantil.

"Hoy es un día de luto para la Universidad; la Autonomía está amenazada gravemente. Quiero expresar que la institución, a través de sus autoridades, maestros y estudiantes, manifiesta profunda pena por lo acontecido.
La Autonomía no es una idea abstracta, es un ejercicio responsable, que debe ser respetable y respetado por todos.
Una consideración más: debemos saber dirigir nuestras protestas con inteligencia y energía.
¡Que las protestas tengan lugar en nuestra Casa de Estudios!
No cedamos a provocaciones, vengan de fuera o de dentro...
La Universidad es lo primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión y la más cara: ¡nuestra Autonomía! ¡Viva la UNAM! ¡Viva la Autonomía Universitaria!"**

*Dulce María Granja Castro, Javier Barros Sierra, pág 22.
**Javier Barros Sierra 30 julio 1968.
Foto Fundación Javier Barros Sierra A.C.

martes, 29 de julio de 2008

29 de Julio 1968


El bravucón con o sin uniforme, nunca se raja. Los líderes de La Federación Nacional de Estudiantes Técnicos se ven obligados a encabezar la marcha del 26 de julio con una manta anti-gobierno; “Granaderos, vergüenza de México”.* Hasta ese momento el blanco de la protesta es marcadamente todavía impersonal. La figura del presidente Gustavo Díaz Ordaz no aparece como el motivo de encono. Son la policía y su cuerpo de granaderos el objetivo contra el cual se encauza las primeras consignas de los estudiantes.

Varias cuadras en el centro de la capital, lo que se conocía entonces como el Barrio Universitario, La Plaza de la Ciudadela con sus vocacionales cercanas, la vocacional 7 en el conjunto habitacional Nonoalco-Tlatelolco serán básicamente los focos de enfrentamiento durante varios días (desde el 26 hasta el 30 por la madrugada) entre estudiantes contra policía y granaderos. Hasta el 29 de julio es cuando se marca un cambio de timón con la decisión de gobierno para utilizar al ejército y acabar con los disturbios. Me disculpo por no recordar en dónde alguien escribió más o menos lo siguiente: bastaron tres días para que el gobierno federal autorizara el uso de los militares. Soy de opinión contraria; se tardaron en sacarlos a las calles (hay que recordar que el ambiente de mutuas agresiones entre policía y estudiantes se estaba registrando desde el 23 de julio) y en ese tiempo el ejército comúnmente se utilizaba en labores policíacas contra la población civil.

Con el peligro de la simplificación habría que resaltar que en cualquier grupo humano en términos generales hay tres categorías fáciles de distinguir. En primer término estaría la excelencia, aquellos que son minoría, muy contados, pero destacan por tener una gran vocación en lo que realicen, con gran capacidad creativa y liderazgos casi naturales. Luego están los mediocres, siempre con la actitud de esperar y actuar según como “se muevan las aguas”, con vocaciones nunca definidas; pero son la mayoría. Y por último aquella minoría audaz, astuta, arrojada (valores propios también de la excelencia) pero con tendencia autodestructiva.

Cuando el 26 de julio se escucha ¡Zócalo!, ¡Zócalo!, los extremos se estaban expresando. Unos buscaban el Zócalo para demostrar la importancia de romper con lo no escrito del simbolismo del lugar, el cual representaba entonces el centro de poder; era tomarle la plaza al enemigo (el gobierno). El otro extremo seguía el juego pero en sentido inverso; llegar al Zócalo y enfrentar a descubierto al poder para reventar la protesta. Y enmedio los mismos de toda la historia de cualquier movimiento; a ver qué pasa. Al respecto Sergio Aguayo transcribe en su libro el reconocimiento de este hecho por un líder estudiantil; “Esa participación fue decisiva en los combates callejeros del 26 y de la madrugada entre el 29 y el 30 de julio. Los porros de las preparatorias y de las vocacionales fueron en esos choques los núcleos alrededor de los cuales se vertebró la resistencia exitosa que venció el hasta entonces temido cuerpo de granaderos y a la policía en general, por la sencilla razón de que esos porros estaban curtidos en las peleas callejeras.”** Para mayor énfasis está el dato siguiente; si el ejército movilizó 2,000 elementos el 29 de julio es porque debió calcular una fuerza de cinco contra uno (sin contar a la policía y granaderos). La prueba de que esa proporción era correcta la confirma los reportes periodísticos de la época y las cifras de los mismos estudiantes; una vez tomadas diferentes instalaciones escolares por parte de autoridades militares el número de detenidos osciló en los 500.

¿Dónde estaba, no ya la gran masa estudiantil del Distrito Federal en el 68, sino los 8,000 manifestantes convocados entre la suma de Federación Nacional de Estudiantes Técnicos y Central Nacional de Estudiantes Democráticos para el 26 de julio? Tan sólo 500 es el número aproximado que hizo morder el polvo al aparato de seguridad pública del Distrito Federal durante varios días. Detenerlos y consignarlos hubiera sido suficiente para después enfriar las cosas y dejar pasar el problema. Pero de lado de la autoridad, hombre, no podía ser de otra manera, también estaba la línea dura enseñoreada; por la madrugada del 30 de julio ordenaron un bazukazo a la puerta del histórico ex Colegio de San Ildefonso, sede entonces de las preparatorias 1 y 3: la Autonomía Universitaria reclamaría entonces así su lugar.

*Sergio Aguayo Quezada, 68: los archivos de la violencia, pág 124.
**ídem, pág 126.

sábado, 26 de julio de 2008

26 de Julio 1968


"La historia se escribe a borbotones. La historia individual y la colectiva. De repente, en unos días, en unas semanas, los acontecimientos se precipitan, y sucede lo que no había sucedido en siglos. Y las conciencias también se precipitan. Y en unas horas puede uno aprender, puede uno entender, lo que no había aprendido ni entendido en años. Y puede uno, súbitamente, adherirse entusiasta, apasionadamente, a aquello que poco antes le era ajeno e indiferente. Así se enamora uno a menudo, de la gente y de las causas: de golpe."; Marcelino Perelló (Letras Libres “el 68, cartas cruzadas”; 11 de Agosto 2003)

"Pero la otra explicación, la del motivo que unió a los jóvenes por encima de ideologías, aún se la debemos al país. La que hemos construido, la que han ustedes construido en estos treinta y cinco años es una bobada que reza así: hubo una vez, hace muchos años, en que los jóvenes cobraron súbita conciencia política de izquierda y salieron a jugarse la vida con tal de obtener la libertad de un par de comunistas (Demetrio Vallejo y Valentín Campa)* presos hacía diez años. ¿De veras? No mames. Te envío un saludo a la distancia de los años."; Luis González de Alba (Letras Libres “el 68, cartas cruzadas”; 12 de Agosto 2003)

Aún después de cuarenta años queda una pregunta sin responder. Y bien la construye Luis González de Alba: “¿Cómo ocurrió que, en agosto y septiembre de 1968, nos encontráramos súbitamente conduciendo un movimiento de masas?”. 26 de Julio en el anecdotario de ese año olímpico está indiscutiblemente marcado por un aglutinamiento estudiantil contra la represión, no calculados ni por el gobierno ni por ninguna organización de entonces, fuera ésta patrocinada por el poder o contestataria a los viejos controles del sistema pri-gobierno (la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos de corte corporativista, pro-gobierno y su contraparte la Central Nacional de Estudiantes Democráticos con un apoyo directo del Partido Comunista Mexicano). ¿Qué paso? ¿Por qué se encadenaron tan rápido y descontroladamente los acontecimientos? Para unos, la violencia estaba perfectamente orquestada con un marcado objetivo de desestabilizar al gobierno e impedir los Juegos Olímpicos de octubre, es decir, la tesis del complot se cumplía cabálmente en tiempo y forma de acuerdo a reportes de sus aparatos de seguridad. Los otros, en cambio, acumulaban resentimientos y macanazos no sólo desde el 22 de julio sino desde tiempo atrás. Los otros eran, cuando menos hasta el 26 de julio, en su mayoría estudiantes de diferentes escuelas politécnicas; los de menos recursos económicos, los “prietitos”, los jóvenes apenas beneficiados de un sistema escolar diseñado por el presidente Lázaro Cárdenas. No eran revolucionarios, no eran terroristas. Eran, no poca cosa, estudiantes golpeados y humillados por granaderos.

Se considera una patología cuando una persona arremete contra otra sin “motivo” aparente; eso es cosa de locos, se dice. Entonces para no demostrar locura se necesita siempre encontrar el motivo para utilizar legitimamente la fuerza. Desde aquí es imposible negar la participación extremadamente violenta de algunos individuos tanto en la policía como entre estudiantes y porros. El carácter de fiesta que González de Alba insiste en darle al movimiento sí apareció pero no en el caso concreto del 26 de Julio. Ese día la tónica está ligada a los catorrazos. Pero la práctica exige (exigía) justificar el hecho violento. El uso de la fuerza legítima por parte del Estado también necesita justificarse. Una foto de un policía agrediendo a un manifestante tendrá siempre un impacto mediático en contra de quien hace uso de la fuerza, aún cuando sea legal y legítima. Entre la posición expuesta líneas arriba por dos destacados lideres estudiantiles de la época hay una evidente contradicción. Por un lado Marcelino Perelló resume que de “golpe…” –agrego yo; literal y figuradamente-“… De repente, en unos días, en unas semanas, los acontecimientos se precipitan, y sucede lo que no había sucedido en siglos.” No hay duda que así fue. Sin embargo, en un acto de mayor interiorización y honestidad, Luis Gónzalez de Alba se cuestiona “…no queríamos dejar la fiesta y cualquier pretexto era bueno. Pero así convencimos a un gobierno paranoico y autoritario de que estábamos planeando un golpe revolucionario… Luego... luego algo ocurrió que ustedes (los que sostienen la versión racional, basada en la conciencia) tienen muy claro y yo no acabo de entender.”

Desde un principio la versión oficial del porqué apareció la violencia empezó a dirigir sus baterías contra “intereses” ajenos a la vida escolar que inmediatamente se magnificaron en “intereses oscuros contra México”. No estaban errados, de sobra los conocían; tanto a los movimientos de oposición como a los porros de las diferentes escuelas. La palabra provocación surgió inmediatamente como recriminación en ambos bandos; gobierno y estudiantes. Cuarenta años después quizá una explicación poco reconocida en la desmitificación de esos últimos días de julio deba reconsiderar la enorme influencia que tuvo la participación, a favor de los enfrentamientos contra policía y granaderos, de elementos activos y financiados por el propio sistema coercitivo gubernamental. ¿Dónde quedan las pandillas y los porros entre el 23 y 26 de Julio? Nunca se esfumaron, al contrario, son parte importante para entender varios momentos de ese día y de ese año.

La Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (su líder era José Rosario Cebreros) tiene más importancia de la que los líderes históricos del movimiento le reconocen. Fue esa organización estudiantil la que realiza una marcha para el día 26, en protesta por los hechos del 22 y 23. Su capacidad de convocatoria no fue menor. Según reportes oficiales los asistentes rebasaron los siete mil manifestantes. Esa cifra para los estándares de la época resultaba alta, es decir, en dos días tenían una parte importante de politécnicos protestando en la calle. Pero cometió un error a favor de la CNED; citar para su marcha el 26 de julio. Otra marcha fue convocada el mismo día por la CNED con el pretexto de conmemorar (hay que recordar que “son los años sesentas”, como dice la canción de La Puerta de Alcalá) el asalto al cuartel Moncada en la Revolución Cubana. José Rosarios Cebreros lo reconoce cuarenta años después: “A la FNET la querían para formar Los Halcones. Nos ofrecieron armas y entrenamiento, en una reunión en la casa del director de la Vocacional 2, Alberto Camberos López, allá por Lindavista, donde estuvo también el entonces joven militar Manuel Díaz Escobar. Esto fue a finales de julio o principios de agosto, cuando los estudiantes habían tomado las escuelas, en la primera etapa del movimiento…” El 25 por la mañana Cebreros se reúne en la Secretaría de Gobierno del Departamento del Distrito Federal, donde el secretario Rodolfo González Guevara le dice al líder: ““Paisano, no haga por favor la manifestación, porque van a coincidir con la del 26 de julio”.

De la otra parte Gilberto Guevara Niebla (líder estudiantil de ese año) reconoce que “la coyuntura que ofrecía el 26 de julio era casi perfecta para armar ex profeso un motín callejero”; Arturo Martínez Nateras (presidente de la CNED): “Los compas del IPN se movilizan y fuerzan la convocatoria de una manifestación de la FNET. Charlamos con Alanís, el líder de la Voca, y convenimos proponer la unificación de las dos manifestaciones”; otro líder, David Vega Becerra: “En la CNED, el día 25 (de julio), habíamos acordado que, de ser posible, conduciríamos esa manifestación para hacerla caer el 26 de julio”. El escenario estaba listo y tenía justificación para ambos bandos, tanto para gobierno como para estudiantes.

*El paréntesis es mío.

miércoles, 23 de julio de 2008

23 de Julio 1968


La violencia se enseñoreó el 22 de Julio. El 23 de Julio no fue distinto pero ese día con el agregado de la acostumbrada represión policíaca. En efecto, la policía cumplía por esos años una retorcida función de papá estricto con sus hijos (de “carácter preventivo de la coerción”, escribe Sergio Aguayo*). “Si los gobiernos procuran que se conozca la violencia aplicada a opositores, es porque quieren educar a los demás sobre lo que sucede a los que infringen la norma”* Cruel pero eficaz (para el gobierno), sería la forma de traducir y entender las razones de una inmediata aparición de la represión. O miedo en lugar de respeto sería otra interpretación más apropiada para los macanazos de lo granaderos, utilizados concretamente el día 23.

Desde la distancia es imposible dejar de reconocer también la costumbre por parte de la base estudiantil en todo el país para la movilización; “Entre noviembre de 1963 y junio de 1968 hubo por lo menos 53 revueltas estudiantiles.”** Aunque por diferentes causas, el hecho es importante destacarlo porque hay quien defiende todavía la casi generación espontánea del movimiento, ese que efectivamente surgió después del 23 de Julio.

El día de hoy La Jornada (Gustavo Castillo García) publica, con base en documentos oficiales de la oscura Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales que, por cierto, fue uno de los pilares junto con la Dirección Federal de Seguridad del actual CISEN, donde describen parte de los enfrentamientos entre supuestos estudiantes y como la policía mantiene una conveniente actitud pasiva por momentos. De las 10.15 a las 11.45 de la mañana esto sucedió según la DGIPS:

“10:15 horas: Alumnos de la preparatoria particular maestro Isaac Ochotorena, ayudados por alumnos de la Preparatoria número 4 de la Universidad fueron a apedrear la Vocacional número 2 del Instituto Politécnico Nacional. Hasta el momento no se han registrado actos sangrientos.
“10:20: En este momento está llegando un cuerpo de granaderos y les quitan palos y piedras a los alumnos, y ya se están retirando los de la Preparatoria número 4.
“10:25: Alumnos de la escuela Isaac Ochoterena llegaron hasta la escuela Vocacional 2, lapidando el edificio y 30 cristales, retirándose ante la salida de los estudiantes de dicho plantel y refugiándose en el local de la escuela incorporada antes mencionada.
“10:40 horas: Los profesores del plantel intervinieron para hacer volver a los alumnos al interior del edificio escolar.”
Un segundo informe, obtenido del archivo documental de la PGR, elaborado el 23 de julio de 1968 por los mismos agentes, refiere:
“10:15 horas: En las calles de General Prim y Bucareli, un grupo de estudiantes de la Vocacional número 2 se apedrearon con granaderos y éstos les dispararon tres granadas de gases.
“10:16 horas: Los granaderos tratan de dispersar a los estudiantes de la Vocacional número 2 con gases lacrimógenos, después de haber tenido el encuentro con los estudiantes.
“11:45: En las calles de Abraham González y Lucerna se apedrearon granaderos y estudiantes, y en la esquina de General Prim y Bucareli a tres agentes de la Dirección Federal de Seguridad los estudiantes les quitaron los rollos de las cámaras fotográficas que éstos portaban. En estos momentos están poniendo una barricada en las calles de Lucerna y Bucareli, para impedir el paso a los granaderos.
“Los granaderos rescataron de un grupo de la Vocacional número 2 a un estudiante de la Preparatoria número 9. Hasta el momento siguen de un lado para otro en la periferia”, señalaba el informe.

En esos mismos informes que algunos agentes estaban transmitiendo a mandos superiores es notoria la actividad de los granaderos ante los hechos violentos provocados entre, ya para entonces, alumnos y porros de la vocacional 2 y 5, así como los de la Isaac Ochotorena con ahora también golpeadores de la preparatoria 4 sumados a los pandilleros de la zona. Aunque los informes destacan principalmente el grado de violencia entre estudiantes, los granaderos no dejaron pasar la oportunidad para hacer lo suyo. Un documento elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR) conocido como el libro blanco del 68 desmiente las versiones periodísticas de la época y reconoce el exceso de fuerza de los granaderos y policías cuando invadieron las vocacionales 2 y 5 para golpear indiscriminadamente a estudiantes, profesores y trabajadores.

Es un cliché decir que el hubiera no existe. Afirmo lo contrario: el hubiera sí existe. Dejando de lado válidas discusiones gramaticales, es importante tomar como lamentable ejemplo del hubiera los hechos recientes acontecidos en el News Divine. La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió recomendaciones sobre el caso que sin duda tuvieron consecuencias políticas. Además se dejó para la reflexión, entre otras cosas, la lamentable actitud de la policía para criminalizar a los jóvenes. Aquel 23 de Julio de hace cuarenta años sin duda el uso de la fuerza fue excesiva, descontrolada; quizá no injustificada, pero sí desproporcionada. Los jóvenes de entonces y los jóvenes de ahora tienen en común recibir lo que coloquialmente se conoce como madrizas. El objetivo del 23 de Julio no era sencillamente acabar con los desmanes sino dar una lección para infundir miedo. Semejante objetivo en el News Divine. Lo más triste es recordar que no importa que detrás de la violencia estuviera un gobierno priista, igual sigue aconteciendo hoy con un gobierno de supuesta izquierda. ¿Entonces por qué el hubiera sí existe? Porque si hubiese habido un gobierno de izquierda en el 68 hubiera sido lo mismo. Y a las pruebas me remito: 20 de Junio de 2008 no se olvida.


*Sergio Aguayo Quezada 1968:Los archivos de la violencia, pág 61.
**ídem pág 84.

martes, 22 de julio de 2008

22 de Julio 1968


Los recuerdos tienden a perderse, aunque la palabra diga que no se olvidan. Del latín re-cordi (recuerdo), volver a pasar por el corazón. Volver, revolver, recordar. Mal o bien aquí estamos y somos la consecuencia del pasado colectivo y las historias personales. Como la historia de la madre que nunca deja de recordar al hijo muerto; podrán otros vociferar en contra de la constante vuelta a lo mismo de la madre sin su hijo, pero ella nunca olvida. Será parte de su historia íntima y dolorosa. Se exige cuando menos el mínimo respeto al recuerdo; incómodo para otros, los que no lo sienten, los que creen que juventud es sinónimo de inmortalidad.

No tener memoria es casi como no tener madre (con y sin doble sentido). No tener el recuerdo del origen propio es perder la oportunidad de sentirse vivo. Contemplar el pasado permite planear el futuro. La historia sirve para no repetir los mismos errores. ¿Será cierto? Cuando menos si no lo es totalmente, en cambio permite tener conocimientos de lo que se puede hacer y tomar diferentes direcciones que el pasado demostró estaban mal. Caminos diferentes. Caminos, por qué no, totalmente opuestos. Quizá donde antes hubo violencia, ahora el sendero es respeto. O encarnar la frase en sentido positivo; no más, nunca otra vez. Todo en el mundo de lo ideal, sí, pero compartido por muchos, muchos; la mayoría.

Que los menos pretendan poner la mente en blanco a los verdaderos dueños del diario acontecer (todos nosotros) es parte de la reyerta por seguir orgullosa y dignamente vivos. Aquí estamos, como sea, recordando la audacia que otros ya tuvieron para enfrentar y señalar injusticias. Magonistas en la Revolución, ferrocarrileros en 1958, sindicalistas en los años setenta, médicos en los sesenta. Siempre con errores y aciertos, como en 1988, como en 1994, como hace dos años…como en 1968.

22 de Julio hace cuarenta años; un ejemplo de que la base por los exponentes potencia el resultado. Alrededor de la Plaza de la Ciudadela en la ciudad de México, una mutua agresión entre estudiantes y porros de las vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional contra sus similares de la escuela preparatoria Maestro Isaac Ochotorena (incorporada a la UNAM ) obligó a la directora del plantel universitario (Amanda Sánchez) a solicitar la intervención de la policía capitalina. Los Ciudadelos y Los Araños, dos nefastas pandillas de la zona dedicadas desde tiempo atrás a asaltar a los lugareños y provocar peleas callejeras con el objetivo de controlar los barrios aledaños a las escuelas fueron parte provocadora ese 22 de julio. Para seguir incrementando la olla de presión, entre los planteles de las vocacionales y la preparatoria existía una vieja rencilla estudiantil fomentada institucionalmente a través de la rivalidad de los encuentros de fútbol americano Burros Blancos del Poli contra Pumas de la UNAM. No puede faltar en el recuento de ese día los porros financiados por directivos de las vocacionales –y luego algunos dicen que hoy es diferente- que hicieron puntualmente su acto de presencia con motivos seguramente estúpidos, entre otros; cómo demostrar su machismo por cualquier motivo. La anécdota incluso llega al ridículo de mencionar una versión donde se asegura, como una causa del pleito, lo "lanzas" en sus piropos de unos chavos de la Isaac Ochotorena con unas estudiantes de alguna vocacional. Al coctelito hay que agregar la indiferencia y complicidad de los mismos directores de las vocacionales 2 y 5 (entonces como ahora siempre han estado atrás de grupos porriles) para desatender una solicitud de la directora de la preparatoria y hacer algo ese día para detener la bronca; su argumento fue (de los directores): que era una pelea callejera. El escenario estaba entonces listo para una lamentable, pero también hay que decirlo, intrascendente pelea entre porros del poli y preparatorianos. Pudo haber sido simplemente una más.

Foto: Fernando Díaz

CISEN, ni tan secreto


Cuando un funcionario encargado de la seguridad nacional dice que en México no hay espionaje político entiéndase lo contrario. Cuando un político o empresario de altos vuelos dice ser víctima de espionaje será válido preguntarse si él no lo practica también contra sus adversarios, competidores, o lo peor del caso, sus enemigos (en otras palabras lo que la ley reconoce como contrainteligencia*). Porque cualquier hijo de vecino puede cuestionar lo siguiente; y cómo se enteró de que lo espían. Personajes muchos de ellos con cola difícil de esconder y hasta más que evidente de señalar, además con una insana tendencia a sospechar de quien se les acerque o aproxime (rasgos muy cercanos a la paranoia). Esas características de personalidad saltan a la vista con declaraciones tan reveladoras y por desgracia comunes entra la llamada clase política; las coincidencias no existen, dicen. Siempre hay una “razón” para desconfiar, siempre hay un compló (como reza el ya clásico).

En esa locura de mirar por todos lados la posible traición podemos encontrar una primera aproximación a la eterna suspicacia entre azules, amarillos, rojos, derechas, izquierdas; de cualquier sindicato, partido político, gobierno o grupo mafioso nacido y adiestrado en el México de sus intrigas. Por eso no les creemos o les damos poco crédito cuando salen a explicar lo inexplicable; no hubo fraude, no hay cochinero, son contratos legales, no espiamos; no, no, no. Espiral de miedo, porque en esa guerra entre enemigos que deberían ser simples adversarios las bajas se contabilizan entre el ciudadano de a pie; el mismo que recibe sus leyes, sus reglamentos, sus ministerios públicos, sus jueces, sus policías y sus cómplices de la delincuencia.

Espías en conflicto sería el resumen. Porque resulta paradójico, irónico, contradictorio, cuando escuchamos a legisladores poner el grito en el cielo enseguida de que el director de la actual CISEN (la ex Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional, la ex de miedo Dirección Federal de Seguridad ) deja entrever lo obvio; dinero del narcotráfico en campañas de partidos políticos. Nombres, nombres, gritan los ofendidos. Como si de antemano no lo supieran, como queriendo aparentar sorpresa, desconocimiento. Y sin embargo no es así. Todos, con su perversa lógica, se conocen virtudes y defectos. Y es precisamente con los defectos de algunos cuando nuestros distinguidos representantes simulan no ver (lo cual los hace cómplices). Otros de plano son convenientemente partícipes de la corrupción. Si de Seguridad Nacional se trata el problema no es saber quién sino cuántos; cifra que es mejor mantener en secreto.

En el imaginario colectivo está presente la idea del poder estatal para vigilar a los ciudadanos…seguramente exagerado y desproporcionado, pero ello no debe dejar a un lado la realidad. Los órganos de la Seguridad Nacional que supuestamente nos hemos dado dentro de una democracia defensora de las instituciones son manipulados y usados con fines muy específicos en contra de empresarios, medios de comunicación, políticos, sindicalistas, intelectuales. Esto no es de ahora, lo ha sido desde hace muchos años; tantos como desde el porfiriato.

*Ley de Seguridad Nacional artículo 32
Foto María Begona

viernes, 11 de julio de 2008

Lineal versus finito



Versión doblada al español del video de Annie Leonard. Producción del Video: Free Range Studios. Doblaje al castellano: Asociación Civil El Ágora, Argentina.

viernes, 4 de julio de 2008

Naranjas


Si alguien te dice que se la peles, mejor dile que se la partes.

Sabiduría popular mexicana.

miércoles, 2 de julio de 2008

tuBabel.com, emprender y comprender slang


El sitio está chévere, chivo, cheque. O debo decir que tuBabel está con madre y con muy buena onda. O igual puedo decir que es fino, está papelito o tuanis. Para más explicación ésta red social se puede adjetivar como a todo cachete, está bala, de cachimbón, groso, la fox, mera pija…Mejor aún; máquina, de bandera, en pocas palabras: es otro pedo.

Sus creadores (Alejandro Corpeño y Roberto Brevé) dos vatos hondureños, dos man (¿o debo decir dos fulanos?), lanzaron muy recientemente tuBabel.com (27 de Diciembre del 2007). En el sitio cualquiera de nosotros podemos aportar palabras o frases que harán crecer un diccionario con un acervo vivo, como de verdad hablamos todos los hispanoparlantes. El lugar es todavía joven y le falta mucho por crecer pero lo bárbaro, caña, chido, brutal, copado es una genial idea de sus creadores para utilizar la tecnología a favor de un uso con beneficio social. Conocer, aprender, vivir, entender, saber y reflexionar de los diferentes usos del castellano en forma divertida es digno de agradecerse.

Desde luego no faltará el especialista en regionalismos, modismos, neologismos (y cualquier otro ismo que pueda olvidárseme) dispuesto a pontificar (léase también muñequear, echarle crema a sus tacos) para decir que nel: su palabra es la única neta y la de todos los demás es puro bolazo, cacho, chamullo, milonga, tollo, vuca, la meta tranca o de plano puros cuentos chinos. En este caso habrá que soportarlos y solicitarles muy atentamente dejen respirar al concepto de tuBabel con un ambiente de libertad que permiten e impulsan sus creadores, quienes por cierto tienen mucha razón cuando en su invitación dejan entrever la posibilidad de nunca terminar el proyecto porque “es el diccionario social de regionalismos latinos más completo del mundo. Llegará a ser el más completo porque nunca se termina de definir... cada persona puede agregar nuevas palabras, definiciones adicionales en palabras existentes o comentarios... nunca termina.” Para aquel interesado en chequear, agüaitar, bucear, chinear, wachar y caerse como condorito, o sea: mirar para admirarse, de verdad la recomendación no tiene desperdicio.