martes, 3 de febrero de 2009

IFE y sus spots (la verdad y otras mentiras)

El pautado de las televisoras para los spots (anuncios) del IFE* es unilateral (sólo por decisión de las mismas televisoras). Lo normal es que el anunciante (quien paga el costo de los anuncios) se pone de acuerdo con la estación de radio o de televisión para la pauta de transmisión de los spots contratados. Por ejemplo: un anuncio pactado o pautado en horario estelar de las 8 p.m. después de algún programa con alta audiencia (rating). En ese caso el acuerdo es bilateral (entre dos partes iguales).

A ver; ¿qué pasa si se repite una mentira varias veces? La ley electoral actual no dice por ningún lado que deberá interrumpirse la programación normal (llámese telenovela, partido de fútbol o lo que se quiera) para dar lugar a los anuncios del IFE. Miente el que diga lo contrario. Pero, si esa mentira la repito y la repito y vuelvo a repetir hasta el cansancio, termino por justamente hartar al receptor y hacerle tomar como verdad lo dicho por el mensaje; “lamentamos la interrupción de su programa favorito…échenle la culpa al IFE”.

La ley obliga a transmitir spots del IFE y la industria no recibe dinero por ello. O en otras palabras, como si tuviera seis años; me subo a un autobús de servicio público y le digo al chofer que la ley me da derecho a usar gratis su servicio. Casi seguro el chofer se enojaría. Los de la tele también están enojados por ello.

¿Qué es el IFE? Una institución que todos nos hemos dado para regular o (mal)cuidar el buen desarrollo de los diferentes procesos electorales. Cuando todos decidimos formar y aceptar la función de instituciones tipo IFE entonces lo hacemos parte de eso conocido como Estado. En consecuencia el IFE es parte del Estado y todos somos parte del mismo. Si así es, las televisoras están declarando una lucha en dos frentes. El primer frente es contra el propio IFE, que no le paga nada por sus anuncios. Y el segundo frente que todos debemos cuidar no perder; el enfrentamiento de la poderosa industria mediática (principalmente Televisa y TV Azteca) contra el Estado (todos nosotros) o eso que algunos llaman “el televidente”. Para ganar el frente contra el IFE las televisoras han decido mentir y engañar al televidente haciéndole creer que el malo del cuento son precisamente los señores del IFE. Ojo, mucho ojo. No es cualquier cosa ese enfrentamiento. Si gana en su intento ese poder mediático (por poderoso, por fuerte) en su guerra contra el IFE y el Estado, ¿quién en el futuro le podrá hacer frente?

El duopolio (el mercado dominado por dos; concretamente dos televisoras) dicen defender la libertad de expresión, misma que el IFE le estaría limitando (según ellas) con la nueva ley electoral. ¿De verdad alguien con dos dedos de frente piensa que es el interés principal de las televisoras? Porque si así fuera yo tengo una propuesta; libre mercado en el terreno de las telecomunicaciones. Sólo de esa forma habría una real libertad de expresión. En los hechos, que el duopolio defienda la libertad de expresión es una vulgar tragicomedia con la peor producción jamás vista. La telecracia siempre ha estado en contra de la democracia. Nunca ha sido diferente.

*IFE (Instituto Federal Electoral).

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