Un tema social de proporciones mundiales. Y el cine acude con su ayuda para difundir el mensaje lo más rápidamente posible. Un documental,
Pacientemente, a través de su vida, Al Gore se ha ido rodeando de datos técnico-científicos en relación al calentamiento global. El documental realizado por Davis Guggenheim tiene la virtud de hacer agradable la exposición de un conferencista.
Respuestas a preguntas en apariencia sencillas. ¿Qué es el CO2? ¿Qué es el efecto invernadero? ¿Cuál es la influencia del hombre sobre el clima? Incluso, el documental intenta alejar el dogma del “no pasa nada”
La propuesta no es ver el documental para después salir a las calles a destruir todo objeto contaminante o hacerle la vida imposible a las empresas que están dañando el medio ambiente. Al Gore es un político demócrata que conoce cómo funciona el sistema económico y no pretende derrumbarlo con la denuncia del calentamiento global. De hecho no se menciona a las empresas que más están contribuyendo al daño global –la mayoría de ellas al norte del ecuador como el mismo Gore acepta- El mensaje está orientado básicamente hacia nosotros como individuos que podemos y debemos modificar ciertos patrones de consumo que recrudecen el problema. Sin el hostigamiento del tipo Michael Moore el film gana en credibilidad. Además el objetivo de su realización es conseguir en la mayor parte de la población mundial la consciencia de lo importante que es empezar a tomar medidas contra el cambio climático producto de la acción del hombre (emisión de gases con efecto invernadero).
El primer plano para el ex candidato presidencial a lo largo del documental, así como sucesos dentro de su vida personal y su familia son las partes mas flojas y por momentos desconectadas del objetivo principal; pero ningún político que se digne de serlo dejaría pasar esa oportunidad. Por esa ruta Al Gore pretende seguir manteniendo su imagen pública en la mente de los potenciales electores de su país, demostrando su habilidad política al escoger un tema color verde muy favorable a sus intenciones futuristas, cualesquiera que éstas fueran. A pesar de esa posibilidad, La Verdad Incomoda tiene en su descargo la extrema importancia del tema y el beneficio de platicarle a la gente con palabras de a centavo el por qué y el cómo ayudar a resolver (todavía a tiempo) un asunto de dimensiones globales. Para la reflexión.
Ficha técnica:
Dirección: Davis Guggenheim Producción: Lawrence Bender, Scott Z. Burns, Laurie David Fotografía: Bob Richman Música: Michael Brook Edición: Jay Cassidy, Dan Swietlik Con: Al Gore EE.UU., 2006, Participant Productions, 95 min
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