Ayer en Torreón muchas bicicletas que estaban en el closet salieron a la calle; se dieron cuenta que la ciudad no sólo es del coche, también está para ellas. Mucha gente descubrió que sobre la calzada de asfalto también se puede andar en bicicleta, en patineta, en patines o de plano a patín.
El gobierno municipal dio un paso timorato, pero paso al fin, en la implementación de un paseo ciclista y peatonal todos los domingos en la calzada Colón de la ciudad de Torreón. La respuesta fue positiva en cuanto al número de asistentes. Los medios estiman entre 8 mil y diez mil asistentes, muy buena repuesta (excelente, agregaría yo).
Como siempre, Dios tenga en su santa gloria a los políticos y sus inauguraciones, o debería decir “que Dios los perdone”. La fiesta de un mal llamado “Paseo Colón” (desde ahora debería llamarse paseo Torreón, con más calles para ese fin) no debe circunscribirse a lo que algunos personajes de la administración municipal piensan que sólo ellos tienen la última palabra. Le tienen pavor a que la gente salga a las calles, como si estas de su propiedad se trataran. Pretextos siempre hay. Ahora les gusta condicionar algunos de sus actos públicos en función de la ¿seguridad?
Por el contrario, ayer se notó que la gente quiere salir de sus casas, expresarse, jugar, reír, convivir, bailar, hacer deporte, encontrarse, comentar; todo lo que hacemos en sociedad. Pero necesitamos dónde hacerlo sin que para ello necesariamente pensemos en consumo. Las calles, nuestras calles, nuestras avenidas, son un espacio ideal para retomar la convivencia. Torreón se une a las ciudades del país que empiezan a poner en práctica algunas iniciativas que vienen siendo impulsadas desde la sociedad civil. Movilidad sustentable y no motorizada debe ser un objetivo de política pública a corto plazo que ayer vio su nacimiento de manera significativa en nuestra ciudad.
Otra cosa importante del día de ayer fue mirar a una sociedad lagunera dispuesta a colaborar para que dentro de su ámbito de acción le diga no a la violencia, sí a la convivencia. El miedo ayer también perdió una batalla importante. Hombres y mujeres de todas las edades le dieron un significado distinto al “día de descanso”; pero de manera muy especial, la suma de mujeres y hombres jóvenes con sus niños y niñas en sus triciclos y bicicletas pedalearon y caminaron en la dirección correcta para ganar, por ahora, el espacio de la calzada Colón todos los domingos. Igual la siguiente pregunta es: ¿Por qué limitarse a una calzada y sólo un día? Vayamos pensando e implementando desde ya que todo el centro de Torreón puede beneficiarse de esa buena iniciativa.
Caminar o ir en bicicleta ida y vuelta por toda la Calzada Colón le hizo descubrir a mucha gente algo que habíamos perdido de vista: los autos han privatizado mucho de nuestro espacio público. Bien por los que ayer se tomaron el tiempo para salir a la calle y retomar de manera simbólica los que nos pertenece a todos: la ciudad (y no solo un “paseo”): ¡Queremos más!
El gobierno municipal dio un paso timorato, pero paso al fin, en la implementación de un paseo ciclista y peatonal todos los domingos en la calzada Colón de la ciudad de Torreón. La respuesta fue positiva en cuanto al número de asistentes. Los medios estiman entre 8 mil y diez mil asistentes, muy buena repuesta (excelente, agregaría yo).
Como siempre, Dios tenga en su santa gloria a los políticos y sus inauguraciones, o debería decir “que Dios los perdone”. La fiesta de un mal llamado “Paseo Colón” (desde ahora debería llamarse paseo Torreón, con más calles para ese fin) no debe circunscribirse a lo que algunos personajes de la administración municipal piensan que sólo ellos tienen la última palabra. Le tienen pavor a que la gente salga a las calles, como si estas de su propiedad se trataran. Pretextos siempre hay. Ahora les gusta condicionar algunos de sus actos públicos en función de la ¿seguridad?
Por el contrario, ayer se notó que la gente quiere salir de sus casas, expresarse, jugar, reír, convivir, bailar, hacer deporte, encontrarse, comentar; todo lo que hacemos en sociedad. Pero necesitamos dónde hacerlo sin que para ello necesariamente pensemos en consumo. Las calles, nuestras calles, nuestras avenidas, son un espacio ideal para retomar la convivencia. Torreón se une a las ciudades del país que empiezan a poner en práctica algunas iniciativas que vienen siendo impulsadas desde la sociedad civil. Movilidad sustentable y no motorizada debe ser un objetivo de política pública a corto plazo que ayer vio su nacimiento de manera significativa en nuestra ciudad.
Otra cosa importante del día de ayer fue mirar a una sociedad lagunera dispuesta a colaborar para que dentro de su ámbito de acción le diga no a la violencia, sí a la convivencia. El miedo ayer también perdió una batalla importante. Hombres y mujeres de todas las edades le dieron un significado distinto al “día de descanso”; pero de manera muy especial, la suma de mujeres y hombres jóvenes con sus niños y niñas en sus triciclos y bicicletas pedalearon y caminaron en la dirección correcta para ganar, por ahora, el espacio de la calzada Colón todos los domingos. Igual la siguiente pregunta es: ¿Por qué limitarse a una calzada y sólo un día? Vayamos pensando e implementando desde ya que todo el centro de Torreón puede beneficiarse de esa buena iniciativa.
Caminar o ir en bicicleta ida y vuelta por toda la Calzada Colón le hizo descubrir a mucha gente algo que habíamos perdido de vista: los autos han privatizado mucho de nuestro espacio público. Bien por los que ayer se tomaron el tiempo para salir a la calle y retomar de manera simbólica los que nos pertenece a todos: la ciudad (y no solo un “paseo”): ¡Queremos más!
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