Para cualquiera que hayamos nacido en los años sesenta o setenta el poder imaginar lo que hoy es el Internet hubiera resultado digno de compararse -en el buen sentido- con los relatos de Julio Verne, o en el extremo contrario, ser catalogado como un soñador sin oficio ni beneficio.
Pasado el tiempo, hoy los niños de este principio de siglo -desde una edad entre los cuatro o cinco años en adelante- que por su condición social y económica tienen acceso a la red, ven con normalidad (me atrevo a decirlo así, con esa palabra: normalidad) la fusión entre teléfonos, televisión e Internet. El terminajo legal y técnico para ello es la convergencia digital o el triple play según los mercadólogos.
En México, en el país, aquí donde nos toco vivir -que no en éste país, como despectivamente se ha hecho cotidiano mencionarlo en el lenguaje del desprecio- los políticos de siempre aceptaron el invento conocido popularmente como ley Televisa, para sacar de combate a todo aquel que se quiera montar en la tecnología para proponer contenidos diferentes a los conocidos de nuestra mal querida o bien querida televisión y con ello -por qué no- también el poder hacer negocio. No está por demás recordar que los mismos empresarios y comunicadores -así se nombran ellos mismos-, que cantan a los cuatro vientos la libertad de empresa, la libertad de expresión, el desarrollo de la democracia como algunos de los factores para que cualquier país que se digne de serlo los tenga, son los mismos que aplican aquel viejo refrán de “hágase la voluntad del señor en los bueyes de mi compadre”. Para que el escenario se siga repitiendo y los beneficios se sigan concentrando en unos pocos -esto no lo dicen esos mismos empresarios que aparecen en las listas de la revista Forbes- siempre estará presente el paquete de leyes, reglamentos, contratos y toda la parafernalia legal para esconder lo real, lo que verdaderamente les interesa; "en éste negocio: sólo yo".
El próximo 21 de Mayo esa dichosa ley Televisa estará ante la posibilidad de ser declarada inconstitucional por
No es cosa de niños la cuestión del triple play, no es cosa de simplemente sentarse a ver qué pasa. En México ya hay una experiencia con toda su plataforma legal que generó un verdadero monopolio: TELMEX . Puede suceder lo mismo con el espectro radioeléctrico.
Ley Televisa...para (nosotros) principiantes:
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