martes, 11 de septiembre de 2007

Telecracia, partidocracia: ¿democracia?


La Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión afirmó que la iniciativa de Reforma Electoral es “casi expropiatoria, restringe la libertad de expresión y es una mordaza, como la que tuvimos por 70 años”. (*) "Los dueños y principales conductores de los medios de comunicación electrónicos se presentaron con 25 cámaras de televisión al Senado a fijar su postura sobre la iniciativa en materia electoral, que, según ellos, atenta contra la libertad de expresión." (*)

Ahora sí, cuando sus intereses se ven afectados surge a gritos la denuncia, sobretodo de ese duopolio entre Tv Azteca y Televisa, para criticar encadenados y en vivo por “El Canal de las Estrellas” y canal 13, en transmisión nacional, al supuesto atentado contra la libertad de expresión que se pretende establecer con una posible Reforma Electoral en diferentes puntos constitucionales. No faltaron las voces de algunos “profesionales” de la comunicación para expresar que la sociedad ya está cansada de los arreglos en lo “oscurito” que siempre han practicado los legisladores. Coincido con esa apreciación. Sólo que me viene a la mente recordar otros arreglos en lo oscurito. Como aquellos acuerdos parlamentarios que aprobaron leyes que directamente afectaron al ciudadano –al mismo que dicen ahora defender-. Igual hubieran entonces desplegado sus recursos técnicos y humanos para explicar, debatir, cuestionar, transparentar, o incluso cambiar la decisión de los legisladores. En su momento ¿alguien recuerda a las televisoras –que son de interés público- interviniendo con su fuerza real de factor de poder en contra de un aumento del impuesto al valor agregado (iva)? Jamás. “Otros tiempos”, seguramente no faltará quien lo argumente de esa forma. No es así. Hoy que la ineficiencia de un gobierno se pretende medio solventar con un aumento de un 5.5 por ciento al precio de la gasolina -autorizado por el Congreso-, esas mismas televisoras lanzan a sus voceros oficiales para defender el atraco. Es un impuesto que, otra vez, esos socorridos medios electrónicos tan sólo se han limitado a “informar”.

Y en este asunto no hay buenos y malos. Los partidos políticos se sirven con la cuchara grande. Concretamente PRI, PRD y PAN. Efectivamente el adjetivo de “partidocracia” viene como anillo al dedo para describir el excesivo poder que detentan los tres partidotes. No candidaturas independientes, únicamente ellos. Acabar con los partidos minoritarios. Impedir la creación de nuevos partidos. Consejeros del Instituto Federal Electoral a modo. Falta de transparencia en el manejo de recursos de los partidos.

Medios Electrónicos y partidos políticos, unos y otros, notoriamente defienden sus intereses. Todos aparentan estar de acuerdo en que el dinero debe quedar fuera de los procesos electorales. En realidad los partidos en la práctica se asignarían mayores recursos por medio de los llamados tiempos oficiales. Y las televisoras, principalmente, por un lado dejarían de percibir recursos públicos por anuncios de candidatos y por otro verían un impuesto disfrazado de tiempo oficial, es decir, sus finanzas se afectarían doblemente. Claro que el problema es de dinero. Por eso y muchas cosas más cada televisión tiene su congreso que se merece.

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