Dejé un comentario en Zócalo-Saltillo en relación a la opinión expresada por Carlos Ramírez sobre el voto nulo. Espero se publique, puesto que hay un moderador que tiene en su decisión hacerlo o no. Desde mi punto de vista no me parece apropiado el mecanismo para el debate, pero así es y punto. Por lo pronto yo utilizo este monoblog para cuestionar a Don Carlos Ramirez.
Don Carlos:
Durante varios años le he leído en su columna del Financiero. No está de más decir que la mayoría de sus apreciaciones por lo general me parecen acertadas. Y en esta ocasión no es diferente. Los nombres expuestos en su artículo son claros ejemplos de lo incongruente entre los hechos y los dichos.
Pero siempre el insoportable pero. ¿Por qué poner en la misma canasta a todos? Hay candidatos por los cuales yo estaría dispuesto a votar; el asunto es que no están en mi distrito. En el que me corresponde hacerlo no hay para dónde voltear. Estoy seguro que no soy el único en esa circunstancia. Según algunos promotores del voto la alternativa es hacerlo por el menos malo. Sin comentario al respecto. Pero donde sí me gustaría hacer la diferencia es en aquello de ubicar a todos los "anulistas" como el "voto de la avestruz".
Cuando menos me parece un acierto el reconocimiento que usted le hace a los "anulistas": ellos van a votar este 5 de Julio. No es poca cosa lo que estoy diciendo. Desde que tengo derecho a ejercer el voto, nunca he dejado de sufragar. No soy yo quién para cuestionar la importancia de hacerlo. Y además debo reconocer que hará unos tres meses decidí abstenerme en esta ocasión. En un ejercicio personal me dije a mi mismo: ya estuvo suave de seguirles el juego y legitimar un sistema político corrupto, ineficiente, etc, etc. Luego me empezó a llamar la atención el movimiento "anulista".
Antes, mucho antes del llamado al voto nulo, gran parte de ustedes los comentaristas ya daban ventaja en la preferencia de los electores para un triunfo del PRI a nivel nacional. No le vengan ahora a pasar la factura a un movimiento ciudadano el cual lo que menos tiene es estar en contra de la alternancia.
La labor de un periodista crítico es hacer preguntas como las suyas: "¿Cuántos de los hoy promotores del voto nulo ayer formaban parte de los mecanismos de legitimación del viejo régimen que había destruido las libertades con la represión en Tlatelolco y San Cosme y en sus medios se convirtieron en bocinas de los represores y luego cuántos de ellos hicieron campaña sucia contra Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 para entronizar a Carlos Salinas en el poder negado en las urnas?" La pregunta es acertada, la respuesta es errónea. Nadie duda nunca de los oportunistas en toda coyuntura, y deben ser denunciados. Pero así como se les pide a los "anulistas" no medir con el mismo rasero a todos los políticos; en justicia los "anulistas", me incluyo, algunos somos más iguales que otros.
La parte que nos corresponde como lectores medianamente críticos es cuestionar lo que dicen o escriben algunos analistas, y benditas tecnologías de la información que lo permiten. Es obvio que hay una intención agresiva y fuerte cuando se corta parejo a los "anulistas" y se les adjetiva como avestruces. Y es justo lo contrario que ha demostrado este incipiente movimiento ciudadano del voto nulo. Por alguna razón usted consideró dejar pasar dentro de su oficio la oportunidad periodística cinco días en relación a la Asamblea del Voto Nulo del 30 de Junio en el cine-auditorio Villa Olímpica del Distrito Federal. ¿Dónde estaba usted ese día? Esa oportunidad la dejo pasar en el silencio, porque, le recuerdo Don Carlos: el avestruz sacó la cabeza. Y tiene su segunda Asamblea el 18 de Julio en Guadalajara.
Si de lo que se trata es utilizar una columna periodística como un vil francotirador, que por cierto Don Carlos siendo yo un niño tuve que huir de ellos un 10 de Junio de 1971 en San Cosme, precisamente, para aclarar en dónde estaban algunos que hoy defienden el voto nulo. Porque de columnistas contra el voto nulo, varios he leído. Y muchos de ellos casi hasta me convencen de votar. Pero usted en esta ocasión me decepciona por lo poco argumentativo y visceral contra una protesta pacífica, legal, ciudadana, e ingenua si usted quiere, pero honesta en algunos de sus promotores. Vamos respetándonos todos.
Le dejo mi saludo Don Carlos.
Don Carlos:
Durante varios años le he leído en su columna del Financiero. No está de más decir que la mayoría de sus apreciaciones por lo general me parecen acertadas. Y en esta ocasión no es diferente. Los nombres expuestos en su artículo son claros ejemplos de lo incongruente entre los hechos y los dichos.
Pero siempre el insoportable pero. ¿Por qué poner en la misma canasta a todos? Hay candidatos por los cuales yo estaría dispuesto a votar; el asunto es que no están en mi distrito. En el que me corresponde hacerlo no hay para dónde voltear. Estoy seguro que no soy el único en esa circunstancia. Según algunos promotores del voto la alternativa es hacerlo por el menos malo. Sin comentario al respecto. Pero donde sí me gustaría hacer la diferencia es en aquello de ubicar a todos los "anulistas" como el "voto de la avestruz".
Cuando menos me parece un acierto el reconocimiento que usted le hace a los "anulistas": ellos van a votar este 5 de Julio. No es poca cosa lo que estoy diciendo. Desde que tengo derecho a ejercer el voto, nunca he dejado de sufragar. No soy yo quién para cuestionar la importancia de hacerlo. Y además debo reconocer que hará unos tres meses decidí abstenerme en esta ocasión. En un ejercicio personal me dije a mi mismo: ya estuvo suave de seguirles el juego y legitimar un sistema político corrupto, ineficiente, etc, etc. Luego me empezó a llamar la atención el movimiento "anulista".
Antes, mucho antes del llamado al voto nulo, gran parte de ustedes los comentaristas ya daban ventaja en la preferencia de los electores para un triunfo del PRI a nivel nacional. No le vengan ahora a pasar la factura a un movimiento ciudadano el cual lo que menos tiene es estar en contra de la alternancia.
La labor de un periodista crítico es hacer preguntas como las suyas: "¿Cuántos de los hoy promotores del voto nulo ayer formaban parte de los mecanismos de legitimación del viejo régimen que había destruido las libertades con la represión en Tlatelolco y San Cosme y en sus medios se convirtieron en bocinas de los represores y luego cuántos de ellos hicieron campaña sucia contra Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 para entronizar a Carlos Salinas en el poder negado en las urnas?" La pregunta es acertada, la respuesta es errónea. Nadie duda nunca de los oportunistas en toda coyuntura, y deben ser denunciados. Pero así como se les pide a los "anulistas" no medir con el mismo rasero a todos los políticos; en justicia los "anulistas", me incluyo, algunos somos más iguales que otros.
La parte que nos corresponde como lectores medianamente críticos es cuestionar lo que dicen o escriben algunos analistas, y benditas tecnologías de la información que lo permiten. Es obvio que hay una intención agresiva y fuerte cuando se corta parejo a los "anulistas" y se les adjetiva como avestruces. Y es justo lo contrario que ha demostrado este incipiente movimiento ciudadano del voto nulo. Por alguna razón usted consideró dejar pasar dentro de su oficio la oportunidad periodística cinco días en relación a la Asamblea del Voto Nulo del 30 de Junio en el cine-auditorio Villa Olímpica del Distrito Federal. ¿Dónde estaba usted ese día? Esa oportunidad la dejo pasar en el silencio, porque, le recuerdo Don Carlos: el avestruz sacó la cabeza. Y tiene su segunda Asamblea el 18 de Julio en Guadalajara.
Si de lo que se trata es utilizar una columna periodística como un vil francotirador, que por cierto Don Carlos siendo yo un niño tuve que huir de ellos un 10 de Junio de 1971 en San Cosme, precisamente, para aclarar en dónde estaban algunos que hoy defienden el voto nulo. Porque de columnistas contra el voto nulo, varios he leído. Y muchos de ellos casi hasta me convencen de votar. Pero usted en esta ocasión me decepciona por lo poco argumentativo y visceral contra una protesta pacífica, legal, ciudadana, e ingenua si usted quiere, pero honesta en algunos de sus promotores. Vamos respetándonos todos.
Le dejo mi saludo Don Carlos.
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