México tiene su parte mona. No todo son malas obras. También está la creatividad de sus moneros; como una parte buena que tiene el país para presumir al mundo. De tradición gráfica y ejemplo de síntesis editorial hay varios nombres que pueden ser dignamente presentados como la ruta a seguir. Jis, Magú, Rogelio Naranjo,Ahumada, El Fisgón, por mencionar algunos, y claro, sin olvidar a Posada; todos ellos con calidad exportación. Lo hecho en México está bien hecho, diríamos en lenguaje clásico oficialista.
Felipe Calderón también sabe hacer monerías cuando se queja de la mala imagen de México en el exterior. En palabras del preciso, algunos exageran los males de México. Lo imprudente no está en esa declaración presidencial, sino en el mundo de caricatura –o exagerado- que se nos quiere imponer. Porque si de exagerados y puntiagudos se trata, los caricaturistas mexicanos se pintan solos. La cuestión de exageraciones no es problema para los moneros, ellos simplemente hacen bien su trabajo apoyados siempre en la gran tradición mexicana de la caricatura y además con reconocimiento internacional; sin duda de eso viven. Son otros los que hacen mal su trabajo y además de forma exagerada –o caricaturesca- quieren resolver a base de declaraciones la mala imagen de México en el exterior. ¿Algunas? monas declaraciones de Felipe Calderón no dejarán de ser sabrosos aperitivos para nuestros moneros, quienes aplicarán aquel refrán que dice así: ¿a quién le dan pan que llore? Por lo tanto, inversionistas del mundo; pónganse monos con México.
Felipe Calderón también sabe hacer monerías cuando se queja de la mala imagen de México en el exterior. En palabras del preciso, algunos exageran los males de México. Lo imprudente no está en esa declaración presidencial, sino en el mundo de caricatura –o exagerado- que se nos quiere imponer. Porque si de exagerados y puntiagudos se trata, los caricaturistas mexicanos se pintan solos. La cuestión de exageraciones no es problema para los moneros, ellos simplemente hacen bien su trabajo apoyados siempre en la gran tradición mexicana de la caricatura y además con reconocimiento internacional; sin duda de eso viven. Son otros los que hacen mal su trabajo y además de forma exagerada –o caricaturesca- quieren resolver a base de declaraciones la mala imagen de México en el exterior. ¿Algunas? monas declaraciones de Felipe Calderón no dejarán de ser sabrosos aperitivos para nuestros moneros, quienes aplicarán aquel refrán que dice así: ¿a quién le dan pan que llore? Por lo tanto, inversionistas del mundo; pónganse monos con México.
Cartones: Hernández, La Jornada.
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