sábado, 30 de mayo de 2009

Voto nulo; una duda maestro Woldenberg

Algo debe andar muy mal en nuestro sistema político cuando José Woldenberg (ex presidente consejero del IFE) con todo su conocimiento y experiencia nos señale que “la participación electoral a nivel federal viene descendiendo de manera constante desde 1991”.

Este año electoral difícilmente revertirá esa tendencia. Hay en el ambiente preelectoral casi la certeza de que así será (el abstencionismo crecerá). Pero hay voces llamando la atención para impedirlo en la medida de lo posible, por los riesgos que ello puede implicar para la democracia. La posición del mismo José Woldenberg en calificar como “un gesto inútil” el llamado a la abstención o el voto nulo desde luego tiene peso. No lo dice un cualquiera. Sin embargo, me parece que el propio discurso del profesor Woldenberg ya da por hecho lo inevitable: al tradicional abstencionismo habrá que sumarle un movimiento social (hasta ahora no cohesionado) que mandará un mensaje de hartazgo contra el sistema político y sus actuales reglas del juego.

Yo no recuerdo que en las cifras del abstencionismo nunca antes alguien se hubiera pre ocupado (léase así, por separado: pre ocupado) por dos datos significativos. Al respecto, José Woldenberg escribe en revista Nexos* (abril 2009); “deberíamos restar un millón 291 mil 705 fallecidos que aparecen en la lista, y tres millones 859 mil 681 personas que se encuentran de manera temporal o permanente en el extranjero (cálculos del Registro Federal de Electores). Es decir, el 6.8% de los ciudadanos que están registrados en la lista nominal no podrá votar. Ese porcentaje de “ausentes”, en buena lid, debería restarse de las cifras que miden la abstención.”

Ese dato que aporta el maestro Woldenberg me lleva a dos reflexiones. En anteriores elecciones siempre se nos ha dicho más o menos así; el nivel de participación fue tal y en consecuencia el abstencionismo fue x. Nunca se ha puntualizado, cuando menos en lo conocido como opinión pública, el porcentaje de “ausentes” para dimensionar en justicia, en buena lid como dice Woldenberg, el dato real de abstencionismo. Lo cual me lleva a concluir que el nivel de abstencionismo ha sido mayor, porque si en justicia había que restarle ese porcentaje al dato final es incongruente que no se hubiera hecho así y evitar con ello presentar una cifra más positiva contra el abstencionismo.

En otras palabras, el maestro Woldenberg nos anticipa lo siguiente; supongamos que el abstencionismo rebasa un 55 por ciento (nada descabellado), entonces, en buena lid, el abstencionismo real según José Woldenberg sería de un 48 por ciento aproximadamente. Y suponiendo de buen fe que esa cifra fuera real; ¿tendría el sistema electoral, ahora sí, de que preocuparse? La respuesta es no, sería una cifra de abstencionismo políticamente manejable. Llegado a este punto la pregunta sería: ¿por qué en este proceso electoral nos pide José Woldenberg descontar a los ausentes y antes no se cuestionó ese dato?

*Revista Nexos, abril 2009, Nº 376, pág 14-15.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Los Eliseo Barrón sin protección

El gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, declaró a Milenio Diario; “…que está garantizada la labor de los medios de comunicación y no ha habido ningún tipo de persecusión (sic) sistemática hacia los periodistas.” Declaración hecha luego de la muerte del periodista Eliseo Barrón Hernández, quien laboraba como reportero para la misma empresa Milenio Diario.

Yo lo puedo escribir: esa y cada declaración “oficial” después de la muerte de algún personaje relevante son simplemente burla.

En nota solidaria con el periodista asesinado, Ciro Gómez Leyva acierta a remarcar lo que muchos pensamos: “Le tocó a Eliseo. Nos tocó a nosotros… No abrigo esperanzas en la investigación de la PGR. Dígase lo que se diga, el Estado mexicano sigue siendo incapaz de proteger a sus ciudadanos. Que den o no con los criminales, da hoy más o menos lo mismo en términos de seguridad y tranquilidad. Ayer fue Eliseo, mañana puede ser cualquiera de nosotros…Pero esta guerra, y víctimas como Eliseo, obligan cuando menos a repensar si vale la pena cubrir colectivamente al narco. Porque, ¿qué diario, revista, noticiero de televisión, programa de radio, le va ganando al hampa?.. Ninguno.”

Así que no importa el nombre del estado, en todos lados es terriblemente igual. ¿O qué tiene que decir el gobernador de Veracruz y su procurador de justicia? Hoy miércoles 27 de mayo está reportado como desaparecido el periodista de Notiver Fidel Pérez Sánchez. Ni Fidel Pérez Sánchez, ni Eliseo Barrón Hernández contaron con los aparatos de seguridad que cuidan a los gobernadores de cualquier estado; ellos hicieron su trabajo sin ninguna garantía. Miente Ismael Hernández Deras y no tardará en hacer lo mismo Fidel Herrera

domingo, 24 de mayo de 2009

Santiago Levy propone lo posible


Hace algunos años aquí en Gómez Palacio había una planta armadora de autos de la marca Renault. De ese tiempo (tal vez 1994 o 95) tuve la fortuna de contar entre mis clientes algunos empleados franceses, quienes laboraban en la planta. En varias ocasiones, más allá del simple trato comercial, logré tener algunas charlas interesantes con algunos de ellos. Por cierta circunstancia le pregunté a un joven francés, no recuerdo su nombre, acerca de su opinión de México; qué le parecía nuestro país, o cuando menos la parte que podía conocer. Él me contestó más o menos en estas palabras algo en apariencia muy sencillo pero digno para la reflexión: en Francia también la vida es difícil, pero ustedes aquí están llenos de incertidumbre. Básicamente él se refería a la inestabilidad laboral y los salarios poco atractivos, desde su punto de vista; "con eso no hay futuro", recuerdo claramente su sentencia. Y el futuro llegó.

Cuando queremos comparar nuestras miserias con el vecino del norte hay muchas maneras de hacerlo humillantemente. Una de ellas es envidiar que los residentes legales y sus ciudadanos tienen derecho a un seguro de desempleo. En México poca gente se plantea con seriedad y argumentos sólidos la posibilidad real de tener también un seguro de desempleo para todos los trabajadores. Es decir, ir eliminando las incertidumbres y en consecuencia conquistar beneficios individuales, sociales y como Estado.

No hay ningún partido político con ideas claras de cuál es su intención para solicitar el voto de los mexicanos, ahora que por estos días se supone están en campaña y están obligados a presentar propuestas. En concreto; no hay partido político que con propiedad ideológica piense en el beneficio de México. Es una maldita verdad saber y comprobar que el interés exclusivo para la gran mayoría de candidatos es beneficiarse individualmente hasta donde les sea posible.

Hacernos entre todos un México diferente al que nos han mal acostumbrado parece cosa de primer mundo o cercano a lo imposible. Y no es así, o cuando menos no debiera ser así. Santiago Levy Algazi (subdirector del Banco Interamericano de Desarrollo y ex director del IMSS) publicó un libro titulado Good Intentions, Bad Outcomes (hasta ahora sólo en inglés) con la propuesta que, desde mi punto de vista, se la tendrían que estar peleando los remedos de políticos que malamente tenemos.

Qué pensaría el grueso de los electores si alguien propone un sistema de seguridad social radicalmente diferente al actual, en donde todos los trabajadores (asalariados, autoempleados; formales o informales) tendrían garantizado seguro médico, seguro de vida, pensión para el retiro, seguro por discapacidad. ¿Estaría dispuesto el electorado a respaldar la posibilidad de contar con seguro de desempleo, como en Estados Unidos, y además obligatorio para cualquier trabajador asalariado? ¿Dónde están los candidatos invitándonos a votar por ellos para, por el simple hecho de ser ciudadano mexicano, tener un ingreso económico garantizado o renta básica, es decir; transferencias directas al ingreso, ya sea en forma mensual, semestral o anual? Cuál partido político nos está proponiendo eliminar las contribuciones obrero patronales (IMSS, INFONAVIT) para destinarlas al ingreso real del trabajador. Quién de los candidatos le está explicando a los empresarios cómo incentivar la creación de empleos productivos desapareciendo impuestos como el IETU o el de la nómina a cambio de eliminar la informalidad. Nadie en la clase política mexicana está haciendo lo que por obligación sería su chamba; explicar cómo pagar el costo para recibir el beneficio de implementar esas y otras propuestas, todas con perfil de urgente y necesarias para encontrar el camino al crecimiento. En síntesis: pensar que convivir en un país con certidumbre es posible.

Aunque el libro de Santiago Levy no ha sido traducido al español, el entusiasmo que de manera personal me provoca tiene su origen en las lecturas de diferentes entradas publicadas por Andrés Lajous* en su blog (quien incluso se aventura más allá de la propuesta de Levy e impulsa el debate para lograr establecer en México el Ingreso Ciudadano Universal), así como la entrevista publicada al autor de Good Intentions, Bad Outcomes en la revista Nexos. Por mi parte encontré en la red este pdf, de autoría del propio Santiago Levy, que detalla con información más técnica desde el punto de vista de los especialistas en economía y política social pero que sin embargo es fácilmente comprensible para el lector común no experto en la materia (como yo).

Con la clase política mexicana que tenemos el asunto es claro: ellos ganan, todos los demás mexicanos perdemos. A la pregunta de que si debe generalizarse el impuesto al valor agregado (el IVA) para alimentos y medicinas algunos legisladores lo rechazan en automático para justificar con ello su defensa a favor de los más necesitados y desprotegidos. Otros en cambio, de inmediato sacan sus garras para afilarlas y pretenden hacer cuentas alegres para suponer que los problemas fiscales del país quedarían resueltos de una vez por todas con IVA parejo. Los primeros reconocen que los ingresos fiscales son insuficientes pero no son capaces de proponer mecanismos para solucionar el problema. Los segundos sólo aplauden la parte recaudatoria de aplicar IVA a alimentos y medicinas pero no comprometen la justa redistribución social del impuesto.

Una vez más, tomando al propio Santiago Levy, éste nos propone dejar de pelearnos con el nombre de los impuestos. Explica que hoy el trabajador ya paga por medio de obsoletas cuotas obrero patronales el dichoso y satanizado IVA. En una parte de la entrevista que Nexos le realiza al economista, éste contesta de forma muy explícita: hacer a un lado el IVA y hablar en cambio por una contribución para los derechos sociales universales. En donde: “Los recursos no se podrían usar para cualquier cosa. El Congreso no le diría a los ciudadanos: ‘Legislaremos un aumento permanente de sus impuestos al consumo, pero confíen en nosotros, haremos buen uso de ellos’. El Congreso le diría a los ciudadanos: ‘Legislaremos un aumento permanente de sus impuestos al consumo y, en paralelo, legislaremos que esos recursos se destinen a garantizar a todos los trabajadores una pensión de retiro, un seguro de salud, un seguro de vida y un seguro de invalidez; además, legislaremos los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para que todos tengan la certeza de que ése es el único destino de esos recursos. Al mismo tiempo, legislaremos una reducción de los impuestos al trabajo para fomentar la creación de empleos productivos e impulsar el desarrollo de las empresas’.

El señalamiento en el sentido de que el IVA es un impuesto regresivo y que su implementación afectaría los ingresos de los más pobres no se soslaya en la propuesta de Santiago Levy. Me gustaría dejar aquí por el momento simplemente lo siguiente en palabras del propio Levy: “Coincido con los expertos y precisamente por eso, como parte integral de la propuesta, propongo que se legisle un subsidio directo en dinero a todas las familias, equivalente a los impuestos al consumo que pagaría una familia ubicada en el tercer decil de la distribución del ingreso, de forma tal que el impacto de la propuesta sea de hecho redistributivo para las familias de más bajos ingresos. Quiere decir que todos pagan impuestos en proporción a sus ingresos, pero los beneficios que se financian son iguales para todos, independientemente del nivel de ingresos. El subsidio propuesto implica regresar dinero a todos, lo cual simplifica mucho la operación, pero a los pobres más de lo que pusieron, y a los ricos menos. Para ponerlo en pesos y centavos, a los ricos, que consumen más, les quitamos 10 pesos y les devolvemos 50 centavos. A los más pobres, que consumen menos, les quitamos 25 centavos y les devolvemos también 50. Además, todos reciben un subsidio al ingreso cuyo efecto es, por un lado, aumentar la capacidad de consumo de los hogares del país de los tres deciles más pobres; y por el otro, hacer tributar de forma progresiva a los demás.”

Si para algo bueno sirve escribir en los blogs, espero generar inquietud en alguien para conocer más a fondo propuestas como el Ingreso Universal Ciudadano o Contribuciones para los Derechos Sociales Universales y lograr en algo participación y presión social hacia un cambio que más temprano que tarde nos quite a todos ese individualismo que nos tiene donde nos tiene: tenemos que pensar en colectivo y para el colectivo. A algunos de nosotros no nos corresponde resolver los cómo; pero estamos obligados a decir se puede. Que la discusión no se limite a cómo solucionan los políticos su problema de ingresos: que el tema sea qué es lo mejor para todos aquí en México.

*Dos ligas que recomiendo leer: artículo en Nexos y La propuesta Levy.
Aquí la entrevista completa de Nexos a Santiago Levy y aquí una entrevista hecha por Carlos Puig en W Radio.

lunes, 18 de mayo de 2009

Elba Esther Gordillo no sabe leer

La ¿maestra? Elba Esther Gordillo implorando a Dios la salve por no saber leer. No sólo no supo leer de corrido la palabra epidemiológica, la edición del video demuestra su ineptitud para hilar dos líneas seguidas sin error. Más que para la risa el video es digno del peor humor negro; con estos ¿maestros? para qué queremos enemigos.

Junto a Benedetti



Algunas entradas de este monoblog las dediqué a comentar la muerte de personajes que fallecieron. En seguida me di cuenta que de seguir haciéndolo el blog se iba a convertir en una sección de anuncios de esquela. Músicos, escritores, cineastas, actores de relevancia han muerto e intencionalmente los he dejado ir sin algún comentario de mi parte. Aunque la muerte es fiel compañera de cada uno de nosotros, decidí hacerlo así. No con Mario Benedetti.

No recuerdo si fue a los 15 o 16 años cuando lo descubrí con lo que a mi pareció una maravilla; La Muerte y otras sorpresas. De ahí a Montevideanos, luego La Tregua y Gracias por el fuego. Tampoco nunca he sido un experto en la obra de Mario Benedetti ni lo he leído en toda su extensión, pero en esos días que yo presumo de haberlo disfrutado tengo el sentimiento de que era posible creer en un mundo de hombres buenos. Y sí, hace muchos años que lo leí y crecí con esa ilusión, junto a los buenos e inolvidable amigos; de pensar que los ideales pueden cambiar las cosas. La muerte de Benedetti, lo confieso, a muchos nos hace peligrosamente transparentes. Me quedo con ese riesgo y un dejo de tristeza.

domingo, 17 de mayo de 2009

Qué bonitas familias

Las declaraciones del ex presidente Miguel De la Madrid en un programa de radio de la periodista Carmen Aristegui dejan dos lecciones. La primera es para aprender sobre el buen periodismo (sigue la pista del dinero) y la segunda es para confirmar quiénes son los verdaderos capos en México.

Que Miguel De la Madrid en corto haya negado la validez de sus propios dichos, en el fondo lo que comprueba es que dijo la verdad. Tanta prisa para rectificar sus declaraciones tiene una explicación; sólo los afectados lo pudieron mandar callar.

Las fotos de los padrinos en algunas bodas de alta sociedad son documentos que comprueban lo que tanto piden los juristas; la verdad histórica. Ahí están. Los nombres de los invitados no son coincidencia y no han sido alterados; contrario a lo que se dice en el cine cuando nos advierte que la identidad de algunos personajes ha sido cambiada para protección de las personas en la vida real. En la mafiosa política mexicana no existen coincidencias. La pregunta no es si De la Madrid está en plenas facultades físicas, la pregunta es por qué dijo lo que dijo. Los padrinos de algunas bodas entre poderosos se apresuraron a descalificar a la periodista Aristegui y a decir que no se le debe prestar atención a un “loco”, pretendiendo con ello ingenuamente darle carpetazo a la evidencia: Nunca la han podido ocultar. Ellos serán impunes pero nosotros no somos estúpidos.






viernes, 15 de mayo de 2009

¿Y tú qué cuentas?


Álvaro Ramírez Ospina se cuestiona a sí mismo en su blog: “¿Fuera de cierto ombliguismo, para qué sirve esto de los blogs? ¿Trae beneficios? (¿)Qué impulso recibimos de intercambiar historias mutuas, conocimientos, frustraciones y alegrías?"

Continúa Álvaro Ramírez: “En medio de las prisas actuales me encontré una maravillosa reflexión sobre la escuela de ése gran maestro que es Jesús Martín Barbero, y que cae como anillo al dedo para lo que he venido pensando en estos días.”

Dice por su parte Martín Barbero: “No se puede ser ciudadano sin ejercerlo. Es decir, sin tener palabra propia. Cómo podemos pedir que los ciudadanos se expresen si durante el tiempo que están en la escuela, la inmensa mayoría del tiempo es para repetir lo que leen, no -como dijo Paulo Freire - para que aprendan a escribir su propia historia.

La alfabetización para P. Freire no era para que aprendieran a leer, sino a escribir. Hay que poder contar tu propia historia, hay que construir tu visibilidad. En América Latina ya planteamos en serio que hoy día aquello de dar la palabra al pueblo puede significar mucho y no significar nada, pero ¿quién tiene ganas de escuchar al pueblo? Entonces sólo ponerle una emisora para que hable, no sirve de mucho.

Hay que construir una palabra que hoy está hecha con más ingredientes que con tinta. La posibilidad del ejercicio de la ciudadanía pasa por la posibilidad de que haya gente que aprenda a contar su propia historia y por tanto a ganarse que el otro le tenga en cuenta. Hace muchos años descubrí esta polisemia preciosa del verbo contar en castellano, contar historias pero también tener en cuenta. Contar es hacer cuentas, así que nos tengan en cuenta a la hora de hacer el presupuesto… En contar está el relato, la política y la economía.”

viernes, 8 de mayo de 2009

Guitar Slim


Poco más de cien metros de cable desde la guitarra a su amplificador le daba una gran seguridad para hacer de sus presentaciones todo un show. Guitar Slim (Eddie Jones), comúnmente se integraba al público sin dejar de cantar y tocar su guitarra. Hubo ocasiones en donde el músico llevaba ese espectáculo al extremo de salir a la calle seguido de un público que le festejaba el hecho. Hoy eso parece cándido, pero hacerlo en los años cincuenta fue objeto de admiración e imitación; muchos guitarristas seguirían su ejemplo. Eddie Guitar Slim Jones tenía la calidad musical que otros exponentes del instrumento le han reconocido (Buddy Guy, Earl King, Albert Collins, Stevie Ray Vaughan, entre otros), pero también tuvo el acierto de combinar su talento con lo visual de un espectáculo. De la propia creatividad del músico salían recursos de maquillaje, vestuario y expresiones corporales que serían retomados por otros guitarristas al paso del tiempo. Un hombre desinhibido en su propia vida reflejaba esa forma de ser en el escenario. A ese ritmo sólo pudo aguantar 32 años; murió en 1959. Y aunque así haya sido, lo anecdótico de su paso por este mundo nunca le restó nada a su talento.

Guitar Slim - The Things I Used to Do


Found at skreemr.com


Guitar Slim - Story of My Life


Found at skreemr.com


Aclaración: Para el muy remoto caso de que alguien se confunda; el de la foto es Jimi Hendrix.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Para tomar la palabra: Una pregunta


Hay una pregunta de la que no se puede escapar toda la estructura de salud pública en el país. ¿Por qué los casos de muerte causados por el virus identificado como A (H1N1) sólo se han dado en México? Hasta el momento la respuesta oficial, como hipótesis y sin base científica, ha señalado culpable al propio paciente muerto; “acudieron de manera tardía a los centros hospitalarios y no recibieron un tratamiento adecuado”, eso dicen. Aunque tuvieran razón en lo anterior y continuando con un círculo vicioso de preguntas sin respuestas la obviedad sería la siguiente duda; ¿y por qué acudieron tarde esos pacientes? Quizá, responda algún funcionario de salud, se debió a la vieja y mala costumbre de muchos mexicanos de automedicarse, perdiendo con ello un tiempo valioso y agravando el cuadro viral. ¿Y por qué se automedica la gente?

Precisamente en ese intento de evadir ingenuamente las responsabilidades es donde queda atrapada toda la estructura de servicios de salud en México; la gente se automedica porque conoce de las deficiencias de acercarse a cualquier centro de salud, sea federal o estatal. O evita, en la malentendida sabiduría popular, acudir al médico particular porque es más barato seguir el consejo de vecinos, amigos o familiares. Eso, cuando se trata del primer contacto médico-paciente, porque hablar de problemas de salud mas graves es hablar de desastre financiero para todo el entorno familiar de un enfermo. Salvo aquella privilegiada minoría, que incluso en algunas enfermedades acude a centros hospitalarios de otro país, la enorme mayoría de mexicanos no acudimos al médico a tiempo. Es decir, un sistema de salud con énfasis en la prevención y garantizado para todos los mexicanos hoy por hoy no existe. Lo que tenemos es una estructura de servicios de salud fragmentada e incluso discriminatoria. ¿Quién puede asegurar que el Derecho a la Salud plasmado en la Constitución es una realidad?

Investigadores nacionales, laboratorios mexicanos de calidad mundial, más institutos de investigación, hospitales bien equipados, medicina preventiva, derecho a la salud para cada mexicano (sin importar su condición social, si tiene o no trabajo); todo ello debe contemplarse como inversión fundamental para la seguridad nacional y no con esa miopía que durante varios años atrás una burocracia fiscal y legislativa ha hecho norma la limitación de recursos, lo cual ha originado que la salud sea vista más como un negocio que como un asunto de vital importancia para el país. Que la emergencia, además de la experiencia práctica, deje también la necesidad de cambiar radicalmente nuestro sistema de salud. Los que se jactan de decir que en las crisis siempre hay oportunidades, ahora es cuando para tomar su palabra.

martes, 5 de mayo de 2009

Un comentario sin influencia


Ayer pensaba esto: mucha gente quería ver miles de muertos en pocos días para convencerse de la fuerza letal del virus. Todos hemos conocido las cifras presentadas por el gobierno federal y tengo la impresión de que esos datos han reforzado la idea muy generalizada de que esto fue para distraer la atención. Es como tener una sociedad que sólo tiene memoria corta. A pesar de que los especialistas hicieran la observación de que no se sabía qué podia (o puede) pasar, junto al recuerdo histórico de la Influenza del año 18 del siglo pasado. Sin embargo en el fin de semana, según El Financiero (diario de circulación nacional), el reporte de ejecutados por el problema de la delicuencia organizada y el narcotráfico fue de 85 muertos. Irónicamente les diría yo: ahí están muchos muertos, pero sé que esa cifra más alta a pocos importa porque están desensibilizados. Lo malo es que me quedo con eso.

¿Cuántos muertos quieren? ¿Cuál es el número mágico para dejar contentos a los promotores del complot? No soy religioso pero (y por favor que nadie se ofenda con la pregunta); ¿no sería tiempo para que los creyentes le dieran gracias a su Dios por lo poco letal que este virus hasta el momento ha resultado ser? ¿O necesitan reforzar su creencia con miles de muertos de un plumazo? Con esa posición apocalíptica dejan a cualquier gobierno en la tentación de pensar demasiado para tomar decisiones en caso de otras emergencias. ¿A quién le quedan ganas de declarar una alerta sanitaria si eso tiene como consecuencia golpear seriamente a tu industria turística y además no tienes cifras de muertos "suficientes"? Cuando menos estoy entendiendo por qué muchos gobiernos ocultan información para este tipo de emergencias sanitarias.

Lo positivo de esto es la respuesta que tuvimos como Estado, sí, pero hay partes de la sociedad (sorprendentemente muchos jóvenes) donde su respuesta se limitó a un excesivo nivel de desconfianza. No fueron capaces en ningún momento de darle oportunidad, no ya a los políticos que tuvieron que enfrentar la emergencia, sino a los epidemiólogos, infectólogos, médicos, investigadores, es decir, los que tenían la palabra en el momento de la emergencia. Acercarse un poquito cada quien a su manera al pensamiento racional y, ¿por qué no?, científico. Ampliar la mirada, pues.

viernes, 1 de mayo de 2009

Influenza con otro rostro

Siempre hay tiempo para todo. Los artistas de la fotografía se hacen presentes con instantáneas que algún día serán curiosa remembranza para aquellos que no lo vivieron. Imágenes oportunas que sólo el ojo de un artista logra atrapar para invitarnos a ver más allá de lo evidente. Imágenes que nos hacen recordar que el ser humano siempre busca otro ángulo para encontrar lo bello de la vida (incluido cualquier virus).

Con la mirada de hesenrre (nick de Flickr), Edgar Antonio Villarseñor González, Héctor Aiza y Sarihuella (otro nick de Flickr) ilustro otra forma de sentir el momento. Por supuesto que la red tiene miles de artistas con la calidad de los aquí expuestos, aunque de manera personal opino que estas fotografías resultan muy apropiadas para el momento que estamos experimentando.













hesenrre

Influenza chacotera